Investigación revela alto consumo de productos sin regulación; NORML urge a establecer normas claras
Un nuevo estudio publicado en el American Journal of Preventive Medicine encontró que el 12.4% de los jóvenes adultos en Estados Unidos consumió Delta-8-THC en el último año. Este cannabinoide, derivado del cáñamo, ha ganado popularidad en productos vaporizables y comestibles, particularmente en estados donde la marihuana recreativa sigue siendo ilegal.
La investigación, realizada por expertos de la Universidad de Michigan y la Universidad del Sur de California, utilizó datos del Monitoring the Future Panel, un estudio representativo a nivel nacional que rastrea el consumo de sustancias entre jóvenes de 19 a 30 años. Entre los hallazgos más destacados se encuentran:
- Mayor prevalencia en estados sin regulación: El uso de Delta-8-THC es más común en estados donde no hay restricciones sobre su venta y en aquellos donde la marihuana recreativa sigue prohibida.
- Diferencias regionales: La prevalencia del consumo de Delta-8-THC fue significativamente menor en el oeste de EE.UU. en comparación con el sur y el medio oeste.
- Relación con el consumo de otras sustancias:
- 89.7% de quienes reportaron haber consumido Delta-8-THC también usaron marihuana.
- 54.9% de estos usuarios habían vapeado marihuana.
- 60.4% también consumieron CBD.
- Impacto de la regulación: Los estados con restricciones específicas sobre Delta-8-THC mostraron menor consumo en comparación con aquellos sin regulaciones.
- “Previsiblemente, existe una demanda mucho menor de estos productos no regulados en entornos donde el cannabis de planta completa está legalmente disponible y regulado. Una vez más, la lección es clara: legalizar y regular los mercados de marihuana es preferible a prohibirlos. Poner los productos de cannabis detrás del mostrador mantiene el cannabis fuera del alcance de los jóvenes y reduce el apetito del público por estos intoxicantes novedosos y sin regulación”, afirmó Paul Armentano, subdirector de la organización pro cannabis NORML.
Además, datos previos del Journal of Medical Toxicology han mostrado tasas significativamente más altas de intoxicaciones por Delta-8-THC en estados donde la marihuana sigue siendo ilegal. Los consumidores en estas jurisdicciones también buscan en internet productos de Delta-8-THC casi el doble de veces que aquellos en estados con mercados regulados.
Preocupaciones sobre la falta de regulación
Aunque el Delta-8-THC se encuentra de forma natural en la planta de cannabis, su concentración es mínima en comparación con otros cannabinoides como el Delta-9-THC. Para comercializarlo en cantidades más elevadas, los fabricantes lo producen a partir de CBD derivado del cáñamo mediante un proceso químico que no está regulado.
Estudios han demostrado que muchos productos de Delta-8-THC en el mercado contienen:
- Menos cantidad del compuesto de la anunciada en la etiqueta.
- Contaminantes como metales pesados y agentes de corte no identificados.
- Restos de solventes industriales utilizados en su síntesis.
NORML y otras organizaciones han instado a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) a establecer regulaciones sobre la producción, prueba, etiquetado y comercialización de productos cannabinoides derivados del cáñamo. En 2021, NORML publicó un informe alertando a los consumidores sobre los riesgos de estos cannabinoides sintéticos no regulados.
El estudio evidencia cómo la falta de regulación del Delta-8-THC ha permitido su expansión en estados donde la marihuana sigue siendo ilegal. Esto, según expertos, genera riesgos de salud pública al exponer a los consumidores a productos potencialmente contaminados o de composición incierta.
La investigación refuerza la necesidad de establecer normas claras y supervisión gubernamental para garantizar la seguridad de los consumidores y evitar la proliferación de sustancias no reguladas en el mercado.