La propuesta no alcanzó el 60% de votos necesario, manteniendo el uso recreativo de la marihuana como ilegal en el estado
La Enmienda 3, que buscaba legalizar el uso recreativo de la marihuana para adultos mayores de 21 años en Florida, no logró el 60% de votos necesarios en las elecciones de noviembre de 2024, alcanzando solo el 55.7% de apoyo. La medida habría permitido la posesión de hasta tres onzas de marihuana y cinco gramos de concentrado, limitando su venta a los centros de tratamiento de marihuana médica ya existentes.
El gobernador Ron DeSantis y la primera dama Casey DeSantis lideraron una campaña en contra de la enmienda, con varias conferencias de prensa en las semanas previas a la votación. Además, el Departamento de Transporte de Florida difundió anuncios señalando que en otros estados con marihuana recreativa aumentaron los accidentes por conducción bajo influencia de sustancias. La administración estatal, dominada por el partido republicano, se ha mostrado tradicionalmente contraria a la legalización de la marihuana.
La campaña a favor de la Enmienda 3 fue liderada por Smart & Safe Florida, una organización respaldada principalmente por la compañía de marihuana Trulieve, que donó más de $100 millones para apoyar la medida y recolectar más de un millón de firmas para llevar la iniciativa al voto. Sin embargo, el “Vote No on 3 Campaign”, conformado por aliados de DeSantis, atribuyó su éxito a la oposición del gobernador, incluso ante lo que llamaron la “bomba de dinero sin precedentes de Big Weed” invertida en la campaña.
Actualmente, solo es legal la marihuana para uso médico en Florida, luego de la aprobación de una enmienda en 2016. Para obtener una tarjeta médica, los pacientes deben pasar por una evaluación médica y tener una de las condiciones aprobadas, como cáncer o epilepsia. Según DeSantis, “si realmente la quieres en Florida, ya la puedes obtener”, en referencia al acceso que permite la marihuana medicinal en el estado.
A pesar de esta derrota, los grupos a favor de la legalización podrían intentar nuevamente en elecciones futuras, ya que en otros casos enmiendas similares no pasaron en la primera ronda, pero sí en intentos posteriores.