Security Data Processing es una empresa familiar con más de 33 años de experiencia fundada por don Gualberto Feliciano Sierra. Cuenta con una Estación Central que se dedica al monitoreo de alarmas y video las 24 horas los siete días a la semana.
Don Gualberto comenzó su carrera como instalador de alarmas y luego pasó a trabajar con estaciones centrales, que a su vez se dedican a monitorear sistemas de alarmas más complejos en los ámbitos comerciales o residenciales. Y un poco más tarde supo que el futuro de su negocio sería dedicarse a monitorear sistemas de cámaras de seguridad en tiempo real, y así lo hizo.
Hoy su hija Wilmary Feliciano, administradora de Security Data Processing, incorporó los servicios que brindaba la empresa de su familia a los requerimientos de seguridad que exige el Reglamento 9038 de la Junta Reglamentadora del Cannabis Medicinal (JCM) para la operación de dispensarios, centros de manufactura, centros de cultivo y otros de los componentes de industria del cannabis medicinal.
El Reglamento de la JCM estipula que este tipo de instalación asociada a la industria del cannabis medicinal tiene que contar con un servicio de monitoreo de cámaras, videos y sistemas de seguridad y alarmas las 24 horas, los siete días de la semana y que sea administrado por un tercer ente externo, para que le sea concedido el permiso para operar. Precisamente, esa es la labor de Security Data Processing.
“Una vez aprobado el Reglamento 9038 que exige esos monitoreos, identificamos una oportunidad para nosotros (Security Data Processing) entrar al negocio de monitorear los sistemas de seguridad, alarmas y videos desde nuestra Estación Central, 24 horas al día, los siete días de la semana”, explica Wilmary quien está por completar su maestría en contabilidad y cuenta con un bachillerato de la misma disciplina de la Universidad Central de Bayamón.
Feliciano le explicó a Crónicas que, en un caso hipotético de robo a un dispensario, por ejemplo, el sofisticado sistema que la empresa utiliza se activa mediante un ‘botón de asalto’, muy discreto que a su vez pulsará el personal de turno. A partir de ese ‘trigger’, el sistema comenzará a monitorear los videos y alarmas en tiempo real desde la estación central de Security Data Processing.
“Cuando se llama a los oficiales de ley para reportar sobre un incidente en proceso, ese primer informe es vital para que puedan tener éxito. En el monitoreo de los videos en tiempo real puede haber detalles bien específicos de cómo sería un perpetrador, cuál es su apariencia, por dónde entró, por dónde salió o dónde está, a qué horas lo hizo, está acompañado, qué métodos utilizó para cometer el delito, etc.”, finaliza Feliciano, quien labora en la empresa de su familia desde el 1994, cuando comenzó como interna tras graduarse de escuela superior.