Ciudad de México (EFE) – El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, tachó este jueves de «inmoral» y «reprobable» que el exmandatario Vicente Fox (2000-2006) se dedique al negocio de la marihuana, por lo que reiteró que busca cancelar sus licencias.
“Acerca de la comercialización de la marihuana, pienso que es totalmente reprobable que quien ocupó un cargo como presidente de México decida dedicarse a un negocio de esa naturaleza», expresó López Obrador en su rueda de prensa diaria.
Sus declaraciones se producen tras revelarse que el Gobierno indaga más de 60 permisos que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) dio los últimos días del sexenio de Enrique Peña Nieto (2012-2018) para comercializar productos derivados del cannabis, incluyendo a la familia de Fox.
El exmandatario, del opositor Partido Acción Nacional (PAN), acusó a López Obrador de ser «un Pinocho mentiroso» al afirmar que «no tiene ninguna licencia de cannabis».
Pero el Gobierno aseveró que Fox tiene negocios de cannabis con el actor Roberto Palazuelos en la empresa Paradise, y además es director de la multinacional Khiron, que en México vende productos de cannabis a través de su filial Kuida Life.
“¿Por qué el negocio de comercialización de las drogas? Y además, ¿por qué aprovecharse de su poder? Porque a todas luces también es un caso de influyentismo”, manifestó ahora López Obrador.
La investigación ocurre a pesar de que en 2021 la Suprema Corte de Justicia declaró inconstitucional la prohibición del consumo lúdico de marihuana en el país, aunque el Gobierno de López Obrador y su partido en el Congreso se han negado a regularlo.
Mientras que el Congreso aprobó desde 2017, en el sexenio de Peña Nieto, el uso de la marihuana con fines de salud, una regulación que depende de la Cofepris.
López Obrador, quien ha cuestionado la legalización de la marihuana al sugerir la semana que puede ser la puerta «a otras drogas», admitió desconocer cuál es la legislación actual sobre la posesión y consumo del cannabis.
“Independientemente de si es legal o no, es a todas luces una inmoralidad. Si tienen dinero y quieren hacer negocios hay un abanico de posibilidades de hacer negocios lícitos, pero no es posible que esto se acepte como si tratara de poner una cadena de fondas o tiendas de ropa», remarcó.
