Por Némesis Mora Pérez
Revista Crónicas
Los informes de la Oficina Federal de Investigación (FBI) de los Estados Unidos, revelan que para 2019 la tasa de arrestos por posesión de cannabis superó la cantidad de arrestos por delitos violentos.
Según los datos del FBI, publicados por la revista Forbes, la policía de los Estados Unidos arrestó a 545,602 personas por delitos relacionados al cannabis. Esa tasa de arrestos, es un 9% más alta que las 495,871 personas arrestadas por delitos violentos.
“La policía de Estados Unidos realiza un arresto relacionado con marihuana cada 58 segundos”, explica a Forbes el director ejecutivo del grupo de defensa del cannabis NORML, Erik Altieri.
“En un momento en el que la inmensa mayoría de los estadounidenses quieren que el cannabis sea legal y regulado, es un ultraje que muchos departamentos de la policía en todo el país continúe desperdiciando dinero de los impuestos y recursos limitados de las fuerzas del orden para arrestar a ciudadanos que de otro modo cumplirían la ley por simple posesión de marihuana”, continuó Altieri.
A pesar de los esfuerzos de legalización en 33 estados, los arrestos por cannabis alcanzaron un pico histórico hace una década, con cerca de 800,000 arrestos por posesión de la planta. Y si bien esos números han disminuido durante la última década, Forbes asegura que en los últimos tres años esta cifra volvió a aumentar.
Entre los arrestos realizados y a raíz de los informes del FBI para el 2018, la ACLU determinó que las personas negras tenían 3.6 veces más probabilidad de ser arrestadas por posesión de cannabis en comparación con las personas blancas.
“En algunos estados, la disparidad racial era tan alta que las personas negras tenían 50 veces más probabilidad de ser arrestadas”, lee el artículo de Forbes, escrito por la periodista Emily Earlenbaugh.
Actualmente, el cannabis es ilegal a nivel federal. Sin embargo, está legalizado para uso médico en 33 estados, mientras 11 permiten su uso recreativo. En Puerto Rico, también es ilegal y se mantiene bajo la categoría de sustancias controladas.
Su consumo medicinal dio inicio para el año 2017 y, desde ese entonces, el Departamento de Salud de Puerto Rico y la Oficina de Cannabis Medicinal ha experimentado un aumento significativo de pacientes interesados en tratar sus condiciones debilitantes con dicha planta. La cifra de pacientes en la isla supera las 100,000 personas.