Un estudio encuentra que la legalización del cannabis medicinal podría reducir el abuso de opioides en ciertos grupos
Un estudio reciente publicado en el International Journal of Drug Policy sugiere que la implementación de leyes de cannabis medicinal (MCL, por sus siglas en inglés) en Estados Unidos está asociada con una disminución significativa en las probabilidades de abuso de opioides entre personas que ya consumían cannabis antes de la legalización.
El análisis, liderado por Silvia S. Martins y un equipo de investigadores de varias universidades, examinó datos del National Survey on Drug Use and Health (NSDUH) entre 2015 y 2019. Si bien, a nivel general, las leyes de cannabis medicinal no mostraron un efecto claro sobre el abuso de opioides, los resultados fueron distintos para las personas con antecedentes de consumo de cannabis.
Entre este grupo, se observó una reducción del 43 % en las probabilidades de uso indebido de opioides en los estados con leyes de cannabis medicinal, en comparación con aquellos sin estas regulaciones. Sin embargo, esta relación no se evidenció en estados que adoptaron tanto leyes de cannabis recreativo como medicinal.
Un enfoque en la sustitución
El estudio respalda la teoría de que el cannabis podría actuar como un sustituto de los opioides, especialmente en personas que usan cannabis para tratar dolores crónicos o afecciones similares. Según los investigadores, estas leyes podrían estar ayudando a prevenir la iniciación o dependencia de opioides en ciertos consumidores de cannabis.
Los resultados abren la puerta a nuevas estrategias para abordar la crisis de opioides en Estados Unidos, donde las sobredosis y la adicción continúan siendo un problema de salud pública de gran magnitud. Sin embargo, los autores enfatizan que se necesitan más investigaciones para comprender completamente el impacto de las leyes de cannabis, especialmente en el contexto de su uso recreativo y en diferentes poblaciones.
Aunque los hallazgos son prometedores, los investigadores advierten que los efectos de estas políticas son complejos y pueden variar según los contextos legales y sociales. El estudio destaca la necesidad de un enfoque integral y basado en evidencia para explorar cómo las leyes de cannabis podrían integrarse en la lucha contra la epidemia de opioides.