En esta celebración del 4/20, Edgar Viera resalta lo que realmente sostiene su red de dispensarios: un equipo comprometido que ha sabido transformar cada espacio en una experiencia con alma
Por José E. Maldonado Marrero
Revista Crónicas
SAN JUAN, Puerto Rico – Edgar Viera no llegó a la industria del cannabis medicinal por accidente. Lo hizo con intención, con estrategia y con una visión clara: elevar el estándar. Publicista de formación, supo ver desde el inicio que esta nueva industria necesitaba más que permisos y vitrinas: necesitaba identidad, sensibilidad y, sobre todo, personas comprometidas con una misión.
Su visión lo llevó a fundar Cannabis Collection, una red de dispensarios que, desde su origen en 2020, se ha expandido con paso firme y carácter propio. Pero más allá del crecimiento físico o comercial, el motor real de la empresa, según Viera, es el equipo humano.
“Siempre he creído en el poder de una buena idea. Pero más que eso, creo en la gente correcta para ejecutarla”, afirma desde su oficina, un espacio sobrio, funcional y cuidadosamente diseñado, como todos sus dispensarios.
El primero fue Turf, abierto en plena pandemia en Guaynabo. “Turf significa superficie de la tierra. Queríamos empezar desde lo esencial, desde lo que se cultiva con paciencia y se cuida con propósito”, explica.
Aquella base conceptual se convirtió en el ADN de Cannabis Collection. Desde entonces, han abierto siete dispensarios más: Foresta, Gräs, Seed, Fresh, Riu, Cleo y Bonsai. Todos distintos, todos con su identidad visual y narrativa, pero unidos por los mismos valores: diseño con intención, servicio con sensibilidad y un enfoque riguroso en la experiencia del paciente.
Una red que crece desde la raíz
Foresta evoca un bosque italiano, con tonos y texturas que remiten a la naturaleza europea. Gräs, ubicado en Bayamón, toma su nombre del sueco para “hierba” y se presenta con una estética otoñal que recuerda paisajes del norte de Europa. Seed, un dispensario más compacto, responde a un concepto minimalista de inspiración japonesa.
Fresh transmite la frescura del campo desde su ubicación en Florida, mientras que Riu se nombra en catalán en referencia al sector Riu Bayamón. Cleo, ubicado en la Calle Cerra en Santurce, mantiene el nombre original del local pero fue resignificado dentro del universo visual del Collection. Bonsai, por último, representa el balance entre lo estético y lo funcional: pequeño, pero con carácter.
Cada apertura respondió a un análisis geográfico y demográfico serio. “Nos sentamos a estudiar las zonas: qué servicios faltaban, qué pacientes estaban desatendidos, dónde podíamos realmente aportar. Florida fue obvia. En Toa Baja aplicamos ese mismo método. Aquí no se improvisa”, afirma. Esa estrategia, más que expansión, ha sido una forma de tejer una red sólida en lugares donde realmente se necesita.
Una cultura que empieza desde adentro
Pero la infraestructura no sería nada sin el equipo. Para Viera, la gente es el corazón del proyecto. “Nosotros hablamos del triángulo del éxito: experiencia, producto y equipo. Si falta uno, se cae todo”, dice. Actualmente, Cannabis Collection emplea a 36 personas directamente. Todos reciben bonificaciones por rendimiento y asistencia perfecta. Las licencias requeridas para trabajar en la industria, que normalmente deben ser costeadas por el empleado, aquí las paga la empresa.
El crecimiento dentro de la empresa es real. Los gerentes de tienda provienen, en su mayoría, del mismo equipo. Personas que comenzaron en recepción o como budtenders, y que, gracias a su desempeño y compromiso, fueron formadas y promovidas. “Yo no busco afuera. Si tú tienes el deseo y el compromiso, aquí te damos la oportunidad. Varios de nuestros empleados ya han comprado su casa, han terminado estudios. Eso es lo que más orgullo me da”, comenta Viera.
La cultura interna también se nutre del cuidado diario. Se ofrecen estipendios, capacitaciones, acompañamiento emocional si es necesario. “La gente necesita sentirse vista, escuchada, valorada. Y eso no se compra con slogans”, añade. En Cannabis Collection, incluso los guardias externos reciben bonificaciones de Navidad y son tratados como parte de la familia.
De la flor al producto con propósito
Además del retail, Cannabis Collection ha incursionado con fuerza en el área de manufactura. Su línea Naturally ha sido desarrollada junto a laboratorios locales como BestBuds y First Medical Cannabis, con productos que incluyen aceites de resina viva, chocolates y vaporizadores.
“Los chocolates se nos agotaron de inmediato. El aceite ha tenido muy buena aceptación. Y todo lo trabajamos con suplidores de aquí, que comparten nuestra visión de calidad”, señala.
En cuanto al cultivo, mantienen una relación exclusiva con Top Shelf, ubicado en Cayey. Actualmente, esa colaboración genera unas 160 libras de flor al mes, una cifra importante, pero que no cubre la demanda completa de la red, que requiere entre 600 y 700 libras mensuales. A pesar de esa brecha, Viera prefiere mantener alianzas con cultivadores locales en lugar de depender de conglomerados.
“Yo prefiero trabajar con alguien que entienda lo que queremos y pueda sostenerlo a largo plazo. No se trata de volumen. Se trata de integridad y consistencia”, sostiene.

Una industria que exige adaptarse
El panorama de la industria ha cambiado. La consolidación vertical de las grandes compañías ha reducido drásticamente el acceso a flor para dispensarios independientes. “Desde noviembre no he recibido ni una libra de los principales cultivos. Antes éramos de sus mejores clientes. Ahora todo se queda dentro de sus propias tiendas”, denuncia. Ese cambio ha obligado a muchos a repensar su modelo y a buscar nuevas estrategias de suplido.
Otra preocupación es la proliferación de productos con THCA vendidos en gasolineras y establecimientos no regulados. “Se están vendiendo flores potentes sin ningún tipo de supervisión. Eso afecta al paciente, afecta al mercado regulado y genera confusión”, advierte. Viera insiste en la necesidad de acción por parte de los reguladores. “Aquí hay que cerrar brechas. No podemos tener una industria legal caminando con trabas, mientras otra crece sin reglas”, dice.
También hace un llamado al gobierno para que defina claramente su postura. “Yo necesito saber si el país va a respaldar esta industria. ¿Vamos a seguir desarrollándola o no? Porque aquí se están haciendo inversiones grandes, se está dando empleo, se está ofreciendo salud. Pero si no hay dirección, no podemos avanzar”, expresa.
Un 4/20 centrado en la gente
Este 4/20, la celebración en Cannabis Collection toma un tono más íntimo, más honesto. Bajo el lema “El poder de la naturaleza”, la campaña no gira en torno a promociones masivas ni eventos públicos, sino en un homenaje al equipo. “La naturaleza no es solo la flor. Es la humanidad que hay detrás de cada tienda. Esa es la fuerza real”, dice. Durante la semana del 4/20, en lugar de actividades externas, la empresa se centrará en agradecer a su personal, reconocer su esfuerzo y renovar el compromiso mutuo.
“Yo puedo estar aquí contigo hablando tranquilo porque sé que hay gente que lo está dando todo en cada uno de nuestros dispensarios. Esa es la razón por la que esto funciona. El verdadero secreto del Collection no está en la flor, ni en el empaque. Está en la gente que todos los días lo hace posible”.
Y así, en una industria que florece entre desafíos, Cannabis Collection apuesta a sus raíces: la experiencia, la visión… y sobre todo, su gente.
La Colección completa
Turf – Guaynabo
Foresta – Arecibo
Gräs – Bayamón
Seed – Toa Baja
Bonsai – Toa Baja
Fresh – Florida, PR
Riu – Río Bayamón
Cleo – Calle Cerra, Santurce