Investigación científica sugiere que el consumo frecuente puede afectar la función cognitiva, aunque algunos efectos podrían revertirse con la abstinencia
Un estudio publicado en JAMA Network Open analizó los efectos del consumo crónico y reciente de cannabis en la memoria a corto plazo, revelando que su uso frecuente está asociado con una menor activación cerebral durante tareas cognitivas. Los investigadores evaluaron a 1,003 adultos jóvenes mediante resonancias magnéticas funcionales (fMRI) y pruebas de memoria de trabajo, encontrando que los consumidores intensivos presentaban alteraciones en la función cerebral.
Reducción de la activación cerebral
Los resultados indicaron que el 63% de los usuarios crónicos de cannabis mostraron una disminución en la actividad cerebral durante tareas de memoria de trabajo. Este patrón también se observó en el 68% de los participantes con consumo reciente, quienes presentaron una menor activación en regiones clave del cerebro, como la corteza prefrontal dorsolateral y la ínsula anterior.
La memoria de trabajo es fundamental para la toma de decisiones y la concentración en actividades diarias, por lo que los hallazgos sugieren que el consumo frecuente de cannabis podría afectar estas capacidades. Sin embargo, los investigadores señalaron que el impacto del uso crónico es más pronunciado que el del consumo ocasional.
Posible reversibilidad de los efectos
El estudio también analizó si los efectos en la memoria pueden revertirse tras un periodo de abstinencia. En una investigación previa con adolescentes dependientes de cannabis, se observaron mejoras en la memoria de trabajo después de seis semanas sin consumo, aunque los resultados no fueron estadísticamente significativos.
Además, una investigación de la Universidad de Texas en Dallas encontró que el consumo prolongado de cannabis puede estar relacionado con problemas de sueño, lo que a su vez podría contribuir a los déficits en la memoria. Los participantes con más dificultades para dormir presentaron un peor rendimiento en tareas cognitivas, lo que sugiere un impacto indirecto del cannabis en la función cerebral.
Mayor concentración de THC y sus implicaciones
Otro aspecto relevante es el aumento en la potencia del cannabis en los últimos años. Los datos indican que las concentraciones de tetrahidrocannabinol (THC) han aumentado en un 250%, lo que ha generado preocupaciones sobre su impacto en la memoria y el procesamiento cognitivo. Los investigadores advierten que el uso de variedades con alto contenido de THC podría intensificar los efectos en la memoria de trabajo.
Los hallazgos refuerzan la necesidad de continuar investigando el impacto del cannabis en la función cognitiva, especialmente en el contexto del uso medicinal. Aunque algunos efectos podrían ser reversibles con la abstinencia, la relación entre el consumo de cannabis y la memoria sigue siendo un tema de estudio.
Los expertos destacan la importancia de un monitoreo adecuado para evaluar los posibles riesgos y beneficios del cannabis, particularmente en pacientes que lo utilizan con fines terapéuticos.