La participación de Snoop Dogg, Rick Ross y Soulja Boy en el evento “Crypto Ball” desata la molestia de sus fanáticos.
La reciente actuación de Snoop Dogg y otros artistas destacados en el evento “Crypto Ball”, organizado como parte de la inauguración presidencial de Donald Trump el pasado 17 de enero de 2025, ha generado una oleada de críticas y decepción entre sus seguidores. Este evento, diseñado para celebrar la presidencia de Trump y su respaldo al mundo de las criptomonedas, se convirtió en el epicentro de un encendido debate político y cultural.
Un historial contradictorio
La controversia se intensificó debido al historial de Snoop Dogg con Trump. En 2017, el rapero condenó duramente a los artistas que actuaron en los eventos inaugurales de Trump, tildándolos de “traidores” y prometiendo atacar públicamente a quienes aceptaran tales invitaciones. Incluso protagonizó un video musical donde simulaba un acto de violencia contra un personaje que representaba al expresidente.
Sin embargo, Snoop no fue el único bajo el escrutinio público. Rick Ross, quien previamente criticó abiertamente a Trump, también enfrentó acusaciones de hipocresía. En 2021, Ross declaró que el mandato de Trump había sido un fracaso y denunció que sus políticas afectaron su carrera musical. Su participación en el “Crypto Ball” dejó a muchos cuestionando sus principios.
Reacciones de los fanáticos y redes sociales
En plataformas como Twitter e Instagram, la respuesta fue inmediata. Muchos fanáticos expresaron su decepción, retirando la música de los artistas de sus listas de reproducción y acusándolos de “venderse” por dinero. Comentarios como “¿Dónde quedaron sus principios?” y “Traicionar al público por un cheque es inaceptable” fueron recurrentes.
Snoop Dogg, lejos de mostrarse afectado, publicó en Instagram un video en tono desenfadado junto a Rick Ross, acompañado del mensaje: “Tenemos un verdadero Crip en el Crypto Ball, bang bang”. Este gesto fue interpretado como una señal de indiferencia ante las críticas.
Un debate más amplio
La situación refleja las tensiones entre las celebridades y sus posturas políticas, especialmente en un contexto donde los artistas son vistos como figuras de influencia social. Algunos defensores argumentan que participar en un evento no necesariamente implica una alineación política, pero para otros, este tipo de actos son señales claras de una desconexión entre las figuras públicas y sus audiencias.
Mientras las críticas continúan, el impacto en la reputación de estos artistas está por verse. Por ahora, el “Crypto Ball” ha dejado una profunda grieta entre los fanáticos y las estrellas que, alguna vez, representaron ideales de resistencia y autenticidad.