Por Revista Crónicas
Desde que inauguró el dispensario Punto Verde Medical Cannabis en Fajardo hace seis años, Sheira Cruz Montes no solo se convirtió en una empresaria destacada, sino también en una paciente que usó cannabis medicinal. Este giro inesperado en su vida la llevó a entender y experimentar de primera mano los beneficios terapéuticos de la planta que ella misma defendía.
En retrospectiva, Cruz Montes ahora entiende que todo era parte de un plan mayor para que con su testimonio de vida sea un instrumento de esperanza y fe para las personas que padecen alguna de las 25 condiciones debilitantes aprobadas en Puerto Rico para tratar con cannabis medicinal y que han visto cómo sus vidas han cambiado enormemente.
La historia de Cruz Montes con el cannabis comenzó con una situación familiar que la hizo derrumbar los mitos y estigmas que tenía hacia la planta.
“Cuando nos propusieron que lo usáramos para aquella situación con un familiar, pensé ‘esto no está bien. ¿Cómo vamos a usar eso?’. Pero después de agotar todos los demás recursos lo intentamos. En un mes y medio pudimos ver un cambio notable. Ahí comencé a entender que el cannabis si se usa de manera correcta ayuda”, narró Cruz Montes en entrevista con Revista Crónicas.
Antes de ser una destacada empresaria, Cruz Montes fue reina de belleza, ostentando el título de Miss Ciales. Convencidos del potencial del cannabis, ella y su esposo Alex Medina Mangual fundaron el dispensario cuando se legalizó el programa de cannabis medicinal en Puerto Rico en 2017. Su hijo Alex Gabriel Medina también ha sido un pilar importante en este camino, apoyando y contribuyendo al propósito del dispensario y la misión de su madre.
Han estado comprometidos con la provisión de productos de calidad y la educación sobre los beneficios del cannabis. “Digo que esto era parte de un propósito mayor para mí”, enfatizó Cruz Montes.
Un diagnóstico inesperado
Años después de aquel primer encuentro con el cannabis como terapia y otros tantos de ser parte de la industria de cannabis medicinal como empresaria, y ya creyendo fervientemente en el poder sanador del cannabis, la confirmación mayor le llegó cuando en diciembre 2021 enfrentó el diagnóstico de cáncer colorrectal.
Un diagnóstico que la tomó por sorpresa y que llegó de manera arrolladora, no solo le dijeron que tenía cáncer, sino que la noticia vino acompañada de extrema urgencia. Tenía que actuar de inmediato si quería tener una oportunidad de vida.
Durante su tratamiento de quimioterapia, experimentó la falta de comprensión y apoyo del personal médico, lo que la llevó a desafiar sus recomendaciones y confiar en su experiencia en el ámbito del cannabis. Pese a los obstáculos y la discriminación, Cruz Montes perseveró en su tratamiento con cannabis, convencida de su eficacia. Su valentía ha sido recompensada con su remisión.
Gran visión para el futuro
Ahora, con una fe renovada en los beneficios del cannabis, Cruz Montes está decidida a usar su experiencia para ayudar a otros sobrevivientes.
La Dra. Marla Torres, quien la operó de emergencia para extirpar el tumor canceroso, la apoyó desde un inicio en su intención de utilizar cannabis medicinal como parte del tratamiento. “Ella me dijo durante todo el proceso vas a poder usar cannabis. Fui la primera paciente en Puerto Rico con un permiso especial para que desde la salida de sala de operaciones se me suministrara cannabis medicinal”, narró.
Cruz Montes está segura de que todos los malos ratos vividos durante las quimioterapias eran parte de un propósito mayor para ella y fue elegida para el propósito que tiene en su vida.
“Entiendo que con mi testimonio, la gente va a poder conocer la parte bonita, sanadora, transformadora y relajante del cannabis”, dijo. “Digo que esto era parte del plan de Dios y de su propósito para mí. Yo sé que fui escogida para poder demostrar que el cannabis medicinal bien utilizado salva vidas”.
Ahora, con más convencimiento que nunca del poder curativo del cannabis, está decidida a utilizar su historia y sus medios para ayudar a sobrevivientes, especialmente mujeres que atraviesan por el doloroso proceso de enfrentar un diagnóstico de cáncer a través de su proyecto de vida que está organizando.
“Comencé con un espacio en el dispensario, pero ahora vamos a hacer algo más grande para todas esas personas que lo necesitan. Vengo con una gran visión, con muchas cosas que van a ayudar y aportar a la industria. Yo voy a ser la líder de este proyecto, ofrecerá apoyo integral a pacientes, sobrevivientes y la oportunidad de recibir alivio, bienestar y una esperanza de vida”, concluyó.