Por: Dr. Nelson D. Cruz Bermúdez
Neurocientífico
San Juan, Puerto Rico – En 1937, Estados Unidos ilegalizó el cannabis. Entre 1937 y 1960, el cannabis era usado dentro de comunidades específicas y atado a culturas urbanas y subculturas (ej. músicos de jazz, bohemios, hippies). También era utilizado por inmigrantes mexicanos que habían traído su conocimiento y tradiciones ancestrales con la planta. Algunos veteranos de la Segunda Guerra Mundial usaban cannabis para aliviar el estrés postraumático.
Aunque era prohibido, algunos médicos recetaban cannabis para tratar el dolor crónico, náuseas y sueño, ya que muchos textos antiguos de China, Egipto e India -escritos hace miles de años- describen cómo usar cannabis para tratar condiciones de salud. Fue entonces que algunos científicos comenzaron a estudiar las propiedades químicas y beneficios del cannabis, pero utilizando equipos de laboratorio. Un pionero en este campo fue el doctor y profesor, Raphael Mechoulam.
El Dr. Raphael Mechoulam, nacido en Bulgaria, estudió la planta de cannabis en la Universidad Hebrea de Jerusalén. A pesar de que también era ilegal en Israel, en 1963 el Dr. Mechoulam logró obtener hachís en una estación de policía de forma clandestina y con la ayuda de su supervisor. Según escrito por el propio Mechoulam, se tomó un café con los policías y le dieron 5 kilogramos de hachís confiscado y proveniente del Líbano.
Utilizando técnicas de cromatografía, Mechoulam y su equipo aislaron 10 compuestos del cannabis. Ese mismo año, 1963, publicó por primera vez en una revista científica la estructura del cannabidiol (CBD), marcando un hito significativo en la investigación de los cannabinoides. Luego, en 1964, Mechoulam identificó y publicó la estructura química del delta-9-tetrahidrocannabinol (THC), el principal componente psicoactivo del cannabis. Este segundo descubrimiento fue fundamental para comprender cómo los cannabinoides interactúan con el cuerpo humano.
En la década de 1970, el equipo del Dr. Mechoulam llevó a cabo numerosos estudios con modelos animales, incluyendo ratones y monos, para investigar los efectos antiinflamatorios, analgésicos, antieméticos y ansiolíticos del CBD y THC. Estos estudios avanzaron nuestra comprensión de la interacción entre el cannabis y el sistema nervioso.
En 1980, Mechoulam lideró el primer ensayo clínico que investigó los efectos del CBD en 18 pacientes epilépticos en Brasil. El Dr. Mechoulam demostró que el CBD reducía la frecuencia de las convulsiones sin causar efectos secundarios significativos en humanos. A pesar de estos prometedores resultados, los datos del estudio lamentablemente no fueron utilizados ni reconocidos por la comunidad médica durante las siguientes tres décadas.
El trabajo de Mechoulam no solo abrió nuevas ventanas de investigación, sino que ayudó a legitimar el uso medicinal del cannabis, proporcionando una base científica sólida de su potencial terapéutico en el tratamiento de diversas condiciones médicas. Su legado científico continúa influyendo en la investigación actual y en la creciente aceptación del cannabis alrededor del mundo como una alternativa medicinal.
Mechulam escribió en uno de sus artículos lo siguiente: “…the endogenous cannabinoids and the anandamide-like constituents have not yet been well investigated in humans. For me, intellectual freedom -the ability to do research based on my own scientific interests- has been the most satisfying part of my working life. Looking back over the 91 years of my long life, I conclude that I have been lucky, very lucky, both personally and scientifically.”
Mechoulam publicó más de 400 artículos científicos.
El Dr. Raphael Mechoulam falleció en Israel el 9 de marzo de 2023 a los 92 años.
Referencias:
Charitos IA, et al. (2021). The cannabis spread throughout the continents and its therapeutic use in history. Endocrine, Metabolic & Immune Disorders Drug Targets 21(3), 407-417. https://doi.org/10.2174/1871530320666200520095900
Mechoulam R. (2023). A delightful trip along the pathway of cannabinoid and endocannabinoid chemistry and pharmacology. Annual Review of Pharmacology & Toxicology 63:1-13. https://doi.org/10.1146/annurev-pharmtox-051921-083709