Por Revista Crónicas
En una revelación que podría cambiar la percepción sobre la seguridad del vapeo de cannabis, investigadores han descubierto la presencia de partículas metálicas tóxicas en los líquidos de vapeo, incluso antes de que los dispositivos sean utilizados.
Este hallazgo, presentado durante la reunión de primavera de la Sociedad Americana de Química (ACS) en Nueva Orleans el 19 de marzo de 2024, pone en duda la idea de que los vapes son una alternativa “más segura” al consumo tradicional de sustancias como la nicotina o el cannabis.
El estudio, realizado por un equipo de la Oficina de Ciencia y Vigilancia del Cannabis de Health Canada y colaboradores del Centro de Investigación de Metrología del Consejo Nacional de Investigación de Canadá, analizó 41 muestras de líquidos de vapeo de cannabis.
De estas, 20 eran productos legales regulados y 21 provenían del mercado ilícito. Mediante espectrometría de masas y técnicas avanzadas de imagen, como la microscopía electrónica de barrido, se identificaron 12 metales, incluyendo concentraciones alarmantemente altas de plomo en algunas muestras no reguladas, superando hasta 100 veces los límites aceptados.
Este descubrimiento sugiere que la contaminación metálica puede originarse en la fabricación del dispositivo y no necesariamente durante el proceso de calentamiento del líquido para vapear.
“La evidencia sugiere fuertemente que la contaminación metálica proviene de la producción del dispositivo y podría incrementarse con el calentamiento, dependiendo de la calidad del dispositivo”, explicó Zuzana Gajdosechova, una de las investigadoras del estudio.
Además, se encontró una variabilidad significativa en los niveles de contaminación metálica entre vapes del mismo lote de producción, lo que implica un desafío para las pruebas de calidad y seguridad, ya que las regulaciones canadienses exigen que las muestras sean representativas del lote completo. La investigación también reveló que muchas de las partículas metálicas tienen un tamaño nanométrico, lo que potencialmente aumenta su reactividad y peligrosidad al ser inhaladas.
Este estudio no solo resalta la importancia de la regulación y el control de calidad en la producción de dispositivos de vapeo, sino que también subraya la necesidad de investigar más a fondo los riesgos para la salud pública asociados con el vapeo de cannabis.
“Nuestra investigación no determina si el vapeo es más riesgoso que fumar, solo subraya que los riesgos pueden ser diferentes y aún están siendo identificados”, concluyó Andrew Waye, representante de Health Canada.
A medida que la regulación y legalización del cannabis continúan evolucionando, este tipo de investigaciones son cruciales para garantizar la seguridad y el bienestar de los consumidores, destacando la necesidad de una regulación efectiva que pueda dar lugar a productos de cannabis más seguros en general. Este estudio fue financiado por Health Canada y marca un paso importante en la comprensión de los riesgos asociados con el vapeo de cannabis.