Viena (EFE) – El creciente uso de Internet, incluidas redes sociales y plataformas de comercio por parte de narcotraficantes -que venden incluso el letal fentanilo-, alarma al órgano de la ONU que vela por el cumplimiento de los tratados antidrogas.
“La mayor disponibilidad de drogas ilícitas en Internet (…) y el mayor riesgo de muertes por sobredosis debido a la presencia online de fentanilo y otros opioides sintéticos son algunos de los desafíos clave para el control de drogas en la era de Internet”, denuncia la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) en su informe anual difundido este martes en Viena.
Cambios en el mercado de drogas
Este fenómeno está transformando el panorama del tráfico de drogas, aumenta su disponibilidad y expone a los consumidores, sobre todo los más jóvenes, a grandes riesgos como el fentanilo, 50 veces más potente que la heroína y causante de la oleada de muertes por sobredosis en EEUU.
La JIFE destaca que el uso de Internet para la comercialización de drogas va más allá de la web oscura -algo que se sabe desde hace muchos años- y llega a redes sociales donde la presencia de contenido inapropiado es cada vez más accesible a audiencias vulnerables, menores incluidos.
“Podemos ver que el tráfico de drogas no se lleva a cabo sólo en la web oscura. Los delincuentes también están explotando las plataformas legítimas de comercio electrónico”, denunció Jallal Toufiq, el presidente de la JIFE, que alentó a los gobiernos a actuar.
La web oscura es una parte de internet que es opaca porque no está indexada por los motores de búsqueda convencionales y para acceder a ella se requiere de herramientas como el navegador Tor.
Su anonimato atrae tanto a usuarios que buscan proteger su privacidad de manera legítima como a quienes participan en actividades ilegales, como la venta de drogas y armas.
“La presencia online del fentanilo y otros opioides sintéticos suscita honda preocupación”, señala el documento en referencia a la aparición de estas drogas en criptomercados en la web oscura.
Pero ahora el problema aumenta ya que en las redes sociales los narcotraficantes pueden “anunciar sus productos a grandes audiencias globales”, señala la JIFE en el informe.
“Actualmente hay miles de traficantes de poca monta que venden drogas en comunidades online locales, pero no se conoce exactamente cuán extendido está el problema y en qué países está más presente”, detalla el informe, que precisa que las drogas más vendidas de esta forma son el cannabis, la cocaína y el MDMA.
A esta situación se unen problemas para investigar este tipo de delitos, con el uso de criptomonedas y métodos de cifrado para evitar dejar huellas.
Además, señala la JIFE, “los delincuentes pueden trasladar sus actividades a territorios con medidas policiales menos intensivas o sanciones más leves, o establecerse en países donde puedan evadir la extradición”.
Además, investigar este tipo de delitos es especialmente complejo, como señala la JIFE, que recuerda que en un sólo caso en Francia se recabaron 120 millones de mensajes de texto de 60,000 teléfonos móviles.
El narcotráfico mueve hasta $600,000 millones
“La parte de las operaciones ilícitas que se llevan a cabo on line continúa creciendo y estas operaciones suponen cada año una proporción mayor del mercado mundial de drogas ilícitas, cuyo valor asciende a entre $200,000 y $600,000 millones”, indica la JIFE.
Las farmacias ilegales en Internet también son un motivo de preocupación porque venden medicamentos sin receta y a los consumidores les resulta imposible saber si lo que compran son productos falsificados o incluso ilegales.
Se estima que el comercio mundial de productos farmacéuticos ilícitos mueve unos $4,400 millones cada año.
Con todo, La JIFE señala que las redes sociales ofrecen también oportunidades para la prevención del uso de drogas y la mejora del acceso a tratamientos y se pide a las autoridades que empleen esos canales para difundir mensajes sobre el perjuicio de las drogas.
“Existen oportunidades de usar las redes sociales e Internet para prevenir el uso de drogas, aumentar la concienciación sobre sus daños y mejorar el acceso a tratamiento”, señaló Toufiq.