Washington (EFE) – La explotación laboral en los campos ilegales de marihuana es uno de los principales desafíos actuales en temas de trata de personas en España y en donde se debería poner el foco, apuntó este jueves la defensora de derechos humanos Rosa Cendón, de SICAR cat, quien fue premiada este lunes en Estados Unidos.
“España se está convirtiendo en el nuevo campo verde para el cultivo de marihuana y los tratantes están captando a personas para que se encarguen de estas plantaciones, para que en caso de que haya un operativo policial, sean las víctimas las detenidas y no la estructura criminal”, apuntó a EFE en una entrevista.
Cendón fue galardonada este lunes por el Departamento de Estado con el premio TIP Report Heroes por haber dedicado su vida a ayudar a las víctimas, concienciar y luchar contra la trata de personas en España.
Recibió el galardón en Washington, la misma jornada en la que se ha publicado el último reporte global sobre trata de personas que este año se centra en el uso que hacen los traficantes de tecnología y métodos online cada vez “más sofisticados” para reclutar, controlar, comercializar y explotar a personas vulnerables y, al mismo tiempo, evadir la detección.
El Gobierno estadounidense separa a los países en grados y España aparece en el grupo de países en los que sí se lucha contra la trata de personas.
Aún así, apunta Cendón -asesora de Trata de Personas y Violencia de Género de la Consejería de Igualdad y Feminismo de Cataluña-, sigue habiendo retos como el mencionado, o también la explotación de personas en “redes organizadas de hurtos”, es decir, “criminalidad forzada”.
“Ahora mismo sí que vemos y nos preocupa el incremento sobre todo del trabajo forzoso, es decir, cómo el capitalismo nos está atravesando y nos está cosificando hasta extremos”, añadió.
Durante el apogeo de la crisis migratoria europea, Rosa ayudó a fundar la red ASIL.CAT una ONG de derechos humanos que coordinaba alojamiento, protección y servicios para la afluencia de refugiados.
Junto con Cendón fueron premiadas una decena de personas de varios países, entre ellas la cubana Maria Werlau, cofundadora y directora ejecutiva de Free Society Project, quien comenzó en 2009 a investigar, documentar y denunciar la explotación y el trabajo forzoso en el programa de exportación de mano de obra de Cuba.
“Es un tema muy importante que se conoce muy poco a nivel mundial, porque la propaganda es que estas son misiones humanitarias y altruistas”, explica Werlau, cuando la realidad es que el Gobierno cubano se queda con el 80-95 % del salario de los trabajadores -la mayoría médicos- que envía al extranjero.
La cubana, residente en Miami, pidió al Departamento de Estado que responsabilice a los países que son cómplices de esta práctica, los que reciben a médicos y les pagan un salario, sabiendo que va a ser confiscado por Cuba.
Otra de las premiadas es la boliviana Marcela Martínez, una abogada y activista contra la trata de personas quien, a raíz de la desaparición de su hija Zarlet, fundó una especie de sistema de Alerta Amber en Bolivia.
“Al buscarla a ella, comencé a encontrar a otras sobrevivientes de trata de personas y tuve la oportunidad de organizar a los familiares de desaparecidos y de poner en marcha la red de alerta temprana de la que forman parte muchísimas personas de la sociedad civil, jóvenes de diferentes universidades de barrios y voluntarios”, explicó a EFE.
Martínez cree que haber recibido este premio podría contribuir a que se acelere el proceso de negociación para la liberación de su hija, secuestrada hace más de una década.