Una investigación en el Reino Unido respalda los beneficios del cannabis medicinal para tratar el dolor crónico y mejorar la calidad del sueño en pacientes refractarios a tratamientos tradicionales
Londres, Reino Unido – El uso de cannabis medicinal podría ser una solución efectiva y segura para pacientes con dolor crónico, especialmente aquellos que también sufren trastornos del sueño, según un nuevo estudio publicado en la revista Pain Practice. Los resultados, obtenidos a partir de datos observacionales del Registro de Cannabis Medicinal del Reino Unido, destacan mejoras sostenidas en la calidad de vida y reducciones significativas en la severidad del dolor tras el inicio del tratamiento.
El análisis incluyó a 1,139 pacientes tratados con productos medicinales a base de cannabis (CBMPs), como flores o extractos de aceite, recetados por especialistas desde 2018. Estos productos se han autorizado en el Reino Unido para personas con dolor crónico que no responden a terapias tradicionales como opioides, antiinflamatorios y fisioterapia.
Los investigadores evaluaron cambios en las medidas de resultado reportadas por los pacientes (PROMs) en intervalos de 1, 3, 6 y 12 meses. Tanto pacientes con trastornos del sueño como aquellos sin alteraciones reportaron mejoras significativas en la severidad del dolor y en su calidad de vida general.
Hallazgos principales
- Reducción del dolor: Los participantes experimentaron una disminución sostenida en la severidad del dolor durante el primer año de tratamiento. Estas mejoras fueron más notorias en pacientes con trastornos del sueño.
- Impacto en el sueño: Quienes reportaron problemas de sueño al inicio del tratamiento mostraron beneficios adicionales, tanto en la calidad del descanso como en la percepción del dolor. Esto sugiere que el cannabis puede interrumpir el ciclo negativo entre el dolor crónico y la mala calidad del sueño.
- Eventos adversos: Aunque se registraron 2,817 efectos secundarios, la mayoría fueron leves o moderados, destacando fatiga, sequedad bucal y letargo como los más comunes.
Un aspecto destacado del estudio fue la reducción en el consumo de opioides entre algunos pacientes, una tendencia ya observada en investigaciones previas sobre cannabis medicinal. Según el análisis, los cannabinoides podrían actuar sobre receptores específicos en el sistema nervioso central, amplificando los efectos analgésicos y reduciendo la necesidad de opioides, conocidos por sus graves efectos secundarios y potencial de adicción.
Pese a los resultados positivos, los autores advierten que se trata de un estudio observacional. La falta de un grupo de control y la posible influencia de efectos placebo limitan la interpretación de los hallazgos. Además, el registro incluyó principalmente a pacientes de una clínica privada, lo que podría no representar a toda la población con dolor crónico.
Los investigadores hacen un llamado a realizar ensayos clínicos aleatorizados para confirmar la eficacia del cannabis medicinal, especialmente en poblaciones más amplias y diversas.
El estudio se suma a un creciente cuerpo de evidencia que respalda el uso de cannabis medicinal para tratar condiciones como fibromialgia, ansiedad, migrañas y artritis inflamatoria. Según datos de la Journal of the American Medical Association, casi el 25% de los pacientes con dolor crónico en estados de EE. UU. donde el cannabis es legal reportan su uso para el manejo de síntomas.
El cannabis medicinal se perfila como una alternativa prometedora para el manejo del dolor crónico, especialmente en pacientes con trastornos del sueño. Este estudio británico ofrece una base sólida para futuras investigaciones y podría influir en el diseño de tratamientos más personalizados y efectivos.