Por Luis A. Lizardi Ramírez PT, DPT CCI
Fisioterapeuta
San Juan, Puerto Rico – La rodilla es una estructura cuya función es proveer movilidad y soporte durante actividades dinámicas y estáticas como lo son el caminar, correr y realizar otras actividades diarias.
La rodilla se compone de: tibia, la espinilla o el hueso más grande de la parte inferior de la pierna; el fémur, el hueso del muslo o hueso de la parte superior de la pierna, y la patela que es la rótula. Cuenta con otros ligamentos, meniscos, músculos y estructuras neurovasculares que ayudan para su estabilidad y funcionalidad.
La rodilla está expuesta a diferentes cargas de acuerdo con ciertos factores como el peso, actividades físicas y condiciones preexistentes. Es por ende que las rodillas están propensas a diferentes condiciones músculo-esqueletales por varios factores como genéticos, sexo o edad, y por factores externos como el tipo de trabajo, cargas de trabajo, tipos de actividades del diario vivir, entre otros. Existen además condiciones sistémicas que pueden afectar a nivel músculo-esqueletales como lo es la artritis psoriásica.
La artritis psoriásica es un tipo de artritis que se presenta en personas con psoriasis, una enfermedad de la piel. Estos pacientes presentan los típicos síntomas de la artritis como dolor, inflamación e hinchazón en las articulaciones, combinado con erupciones en la piel y en las uñas. Puede dañar cualquier articulación del cuerpo y puede afectar solo una o varias. Por ejemplo, puede afectar una o ambas rodillas. Esta condición afecta a mujeres y hombres por igual.
Algunos estudios científicos sugieren que el estrés, la obesidad debido a la alimentación poco saludable, el consumo de alcohol, el tabaquismo, la falta de sueño y el estilo de vida sedentario, empeoran la condición de la piel en el paciente de artritis psoriásica.
Beneficios de la fisioterapia en el paciente de artritis psoriásica
Varios estudios destacan la importancia de un equipo multidisciplinario para el manejo de este tipo de paciente que incluya reumatólogos, nutricionistas y terapistas físicos, lo que representa un impacto positivo en los pacientes con la condición.
La terapia física ofrece varias alternativas a la hora de trabajar con este tipo de condición. Existe evidencia de que la fisioterapia puede ayudar al paciente en mejorar las articulaciones y músculos del área de rodilla, puede ayudar en el alivio de dolor, fortalecimiento y mejoramiento de sus actividades del diario vivir.
Una de las técnicas que utiliza la fisioterapia es la termoterapia que consiste en aplicar compresas de humedad caliente en ciertas partes del cuerpo. Esta puede ser eficaz en la reducción de la hinchazón y el dolor en las extremidades. Otras modalidades que son efectivas en el tratamiento de la artritis psoriásica son el láser de baja intensidad, la terapia de ondas de choque, el ultrasonido y la estimulación eléctrica.
Ciertos ejercicios en la rehabilitación de pacientes con artritis psoriásica para la afección en los músculos y articulaciones no tan solo ayudan a mejorar la funcionalidad de la rodilla, también contribuyen a reducir el estrés y a mejorar la autoestima.
Otro proceso terapéutico que ha demostrado efectividad es la hidroterapia con agua tibia. La hidroterapia ayuda a mejorar la función física, la capacidad para trabajar, la energía, el sueño, la función cognitiva y la participación en las actividades de la vida diaria. Además, aumenta la capacidad física al disminuir la rigidez en las mañanas en general, mejora la forma de caminar y por último, el dolor. La terapia acuática, que es otra especialidad en la fisioterapia, es también beneficiosa para estos pacientes.
Se recomienda combinar una dieta equilibrada con un estilo de vida activa. Esto es la clave para mantener una buena salud a largo plazo y mantener controlada muchas de sus condiciones médicas preexistentes.
Es importante que el paciente consulte a su médico e identifique un fisioterapeuta con experiencia en el tratamiento de la artritis psoriásica. Este profesional evaluará al paciente y le diseñará un plan de tratamiento personalizado que se adapte a sus necesidades individuales y le ayude a mantener una calidad de vida óptima.