Por Daniel Liranzo Pagán
Colegio de Profesionales de Trabajo Social de Puerto Rico
San Juan, Puerto Rico – El suicidio es un problema social que afecta a personas de todos los géneros y edades.
Según el Departamento de Salud de Puerto Rico (2022), se define como “todo acto destructivo, autoinfligido y fatal, realizado con la intención implícita o explícita de morir”. Abordar las conductas suicidas es una responsabilidad compartida por profesionales de la salud, salud mental, educadores, líderes institucionales y familiares y amigos.
Aunque existe una relación entre el suicidio y los trastornos mentales, muchos casos ocurren impulsivamente durante situaciones de crisis en las que la capacidad para manejar las tensiones de la vida se ve disminuida.
El Día Mundial de la Prevención del Suicidio (DMPS), que se celebra anualmente el 10 de septiembre, está organizado por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) y respaldado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El evento representa un compromiso global para centrar la atención en la prevención del suicidio.
El tema de DMPS 2023, “Crear esperanza a través de la acción”, refleja la necesidad de una acción colectiva para abordar este urgente problema de salud pública. Todos nosotros (familiares, amigos, compañeros de trabajo, miembros de la comunidad, educadores, líderes religiosos, profesionales de la salud, funcionarios políticos y gobiernos) podemos tomar medidas para prevenir el suicidio
Las personas que pueden estar en riesgo de suicidio pueden mostrar signos como tener un plan suicida, haber intentado dañarse a sí mismas con intoxicantes, automutilación o medicamentos, tener ideas de muerte o adoptar comportamientos autodestructivos.
Entre las causas que pueden llevar a alguien a considerar el suicidio se incluyen la pérdida de una pareja, divorcio, duelo, diagnóstico de una enfermedad (ya sea física o mental), desempleo, jubilación, problemas económicos o enfrentar procesos legales.
En la adultez, otros factores de riesgo pueden ser el divorcio, pérdida de seres queridos, dificultades en la crianza de hijos, cuidado de familiares mayores, falta de apoyo, y abuso de sustancias.
Para los adultos mayores, la soledad, la falta de acceso a servicios de salud, el aislamiento, la inactividad física, el rechazo laboral, la jubilación, problemas económicos y conflictos familiares pueden aumentar el riesgo.
En el caso de los niños y jóvenes, las conductas suicidas pueden estar relacionadas con el acoso escolar, dificultades para adaptarse a cambios, falta de apoyo en actividades escolares o extracurriculares, rechazo debido a sus características de personalidad, conflictos familiares y cargas académicas.
A esto se suman desafíos adicionales en diferentes etapas de la vida, como la transición de la escuela a la universidad, la independencia económica y social, problemas laborales y el uso problemático de sustancias.
Qué Hacer para Prevenir el Suicidio
Si sospecha que alguien está atravesando situaciones difíciles que podrían llevar al suicidio, es fundamental tomar medidas preventivas. Algunas estrategias inmediatas incluyen:
- No almacenar grandes cantidades de sustancias tóxicas y, si es necesario, mantenerlas en lugares supervisados, de difícil acceso y bajo llave.
- Restringir el acceso de personas con problemas mentales a armas de fuego, medicamentos, cuchillos, lugares elevados, cuerdas o alambres.
- Fomentar la búsqueda de ayuda profesional y brindar apoyo a personas cercanas, alentándolas a buscar servicios de salud mental y orientándolas sobre las opciones disponibles.
En el caso de los jóvenes, es importante monitorear y supervisar su exposición en redes sociales, el acceso a medicamentos en el hogar y prestar atención a posibles marcas o cicatrices de autolesiones, especialmente en brazos y piernas.
Para adultos mayores, garantizar que tengan medicamentos adecuados para su salud, compañía y un plan de actividades físicas y recreativas es fundamental. Es importante validar sus sentimientos y emociones.
En todas las etapas de la vida, es esencial desarrollar hábitos saludables, expresar emociones sin temor al juicio, mantener una alimentación adecuada, relacionarse con personas que brinden motivación y establecer metas personales saludables a corto y largo plazo.
Si identifica signos de riesgo de suicidio, tome medidas inmediatas, como llamar a las líneas de emergencia (9-1-1 o 9-8-8), la línea de prevención de suicidio (9-8-8), la línea de ayuda de Paz (1-800-981-0023) o buscar atención médica en la sala de emergencia más cercana o en un hospital.
Para obtener más información sobre este tema, puede comunicarse al 787-768-5700 o visitar la página de Facebook del Colegio de Profesionales del Trabajo Social de Puerto Rico.