Dra. Alma Ortiz Nieves
Fisioterapeuta
San Juan, Puerto Rico – Las secuelas de la batalla contra el cáncer comienzan a librarse desde el diagnóstico hasta la sobrevivencia por lo que el paciente oncológico necesita un frente multidisciplinario para optimizar su calidad de vida. Los profesionales de terapia física juegan un papel crucial en el cuidado comprensivo y tratamiento de las personas diagnosticadas con cáncer mediante la promoción, mantenimiento de salud y funcionalidad lo cual impacta positivamente todas las fases de esta batalla.
Los esfuerzos colaborativos entre los profesionales de terapia física, incluyendo el médico oncólogo y el doctor en terapia física, son esenciales para el desarrollo de planes de cuidado comprensivos que atiendan las necesidades únicas de los pacientes durante su viaje hacia la sobrevivencia.
El referido a terapia física para evaluación y tratamiento por parte del oncólogo debe estar basado en el manejo de las secuelas y efectos secundarios causados por los tratamientos médicos para el cáncer tales como cirugías, quimioterapia, radioterapia e inmunoterapia entre otros.
Algunos efectos de los tratamientos contra el cáncer incluyen debilidad severa, dolor, fatiga muscular, acortamiento de tejidos, osteoporosis, riesgo alto de caída, problemas cardiovasculares, patrones de respiración afectados y linfedema.
La terapia física está presente en todas las fases de cuidado de los pacientes oncológicos que comprenden:
la prevención – disminuyendo el impacto de la discapacidad prevista mediante educación y entrenamiento;
el cuidado restaurativo para el mantenimiento de la función física tanto como sea posible;
el cuidado de soporte– para sobrellevar los efectos secundarios del tratamiento como el dolor, debilidad, fatiga, entre otros manteniendo la capacidad funcional máxima;
los cuidados paliativos con el fin de proveer alivio durante las actividades del diario vivir y minimizar la dependencia del paciente, ofreciendo soporte emocional.
Beneficios de la terapia física para el paciente oncológico
La terapia física ofrece numerosos beneficios en el cuidado del paciente oncológico que se extienden durante todas las fases del tratamiento médico como los siguientes:
1. Manejo del dolor relacionado al cáncer o sus tratamientos mediante la corrección de desviaciones postural y desbalance muscular, entrenamiento en estrategias de manejo del dolor, terapia manual, ejercicios terapéuticos y otras modalidades.
2. Recuperar la movilidad y función- Los sobrevivientes tienden a disminuir sus niveles de actividad física y ejercicio desde el diagnóstico, durante el tratamiento, y /o luego de completado el tratamiento, especialmente cuando han tenido una vida sedentaria previo al diagnóstico de cáncer. La debilidad generalizada asociada con el tratamiento de cáncer puede ser más limitante e incapacitante que la misma enfermedad por lo que es importante que estos pacientes incorporen un programa individualizado de ejercicios que incluya fortalecimiento y entrenamiento cardiovascular tanto como sea posible.
El mejorar la fuerza muscular y la tolerancia ayuda a contrarrestar los efectos de la enfermedad y del tratamiento médico. El aumento en actividad física puede ayudar a conciliar el sueño y disminuir la fatiga crónica relacionada al cáncer.
Aquellos que caminan menos del 50% del tiempo, que están en cama y se fatigan con esfuerzo leve pueden no ser candidatos para el ejercicio aeróbico. Los ejercicios para mantener el rango de movimiento articular y los ejercicios de resistencia suave pueden ser apropiados hasta que mejore la tolerancia a la actividad.
3. Manejo de Linfedema-Algunos tipos de tratamientos para el cáncer pueden resultar en insuficiencia linfática lo cual puede provocar linfedema, manifestando congestión o hinchazón de las extremidades debido a daño en el sistema linfático. Los terapistas físicos certificados en terapia linfática utilizan técnicas que incluyen drenaje linfático manual, terapia de compresión y ejercicios para reducir el linfedema y los síntomas asociados.
4. Manejo de la fatiga relacionada al cáncer- la fatiga crónica es un síntoma prevalente y debilitante experimentado por muchos pacientes oncológicos. Durante las intervenciones en terapia física se orienta al paciente para la conservación de energía y los programas de ejercicios gradados, es decir, por niveles de dificultad de acuerdo, con la capacidad del paciente.