Por Ivelisse Rivera
Los hermanos Velázquez, Ana Laura, Ángel y Mario, propietarios de Hierba, en Gurabo, quieren que su dispensario sea mucho más que eso. Su meta es convertirse en un aliado y aportar a la comunidad en la que han vivido toda la vida, mientras ofrecen servicios y productos de calidad a los pacientes que los visiten.
El trío decidió embarcarse en la industria tras comprobar los beneficios que la planta le proveía a los pacientes. La salud siempre ha sido un pilar en la familia de estos hermanos, ya que su padre es médico, al igual que Ángel, mientras que Ana Laura tiene estudios en Salud Pública y Biología. Todo ese bagaje y los beneficios específicos que su padre vio en pacientes pediátricos de autismo y epilepsia severa los llevó a abrir el negocio. Esto, sumado a la experiencia de Mario como agrónomo, los convierte en los propietarios y administradores perfectos.
Sí, porque en Hierba todo se maneja en familia. Ana Laura lleva la parte administrativa del local y Mario es el budtender. Ángel, según sus responsabilidades se lo permiten, también colabora.
“Somos un dispensario familiar y 100% puertorriqueño. No tenemos inversionistas y somos los que lo corremos. Ahora mismo no tenemos empleados. Aquí todo es familiar y queremos que todo el que nos visite se sienta como parte de la familia”, relató Ana Laura.
“El dispensario fue una iniciativa mía y de mis hermanos. Vimos una oportunidad en la industria del cannabis de hacer un impacto positivo en los pacientes y la salud de los puertorriqueños en general”, agregó.
Ante la gran cantidad de dispensarios en el país, Ana Laura aseguró que apuestan a la calidad de sus productos y a la orientación de los pacientes para distinguirse entre sus pares.
“Nos distingue que somos un dispensario totalmente familiar y nuestro interés por la calidad de nuestros productos. Además, le estamos dando bien duro al servicio y a la orientación al paciente. Hemos visto que en otros dispensarios están un poco rezagados en esto y nosotros queremos darles a los pacientes toda la información posible para que puedan sacar el mayor provecho del tratamiento”.
¿Por qué en Gurabo?
“Nosotros somos de Gurabo y la intención de abrirlo aquí es impactar a la comunidad donde hemos vivido toda la vida. Queremos ayudar a los pacientes de aquí, pero también queremos aportar a la comunidad. Ya estamos pensando en las formas en las que podemos aportar a nuestra comunidad, por ejemplo, participar de actividades comunitarias.
El dispensario está en un edificio que estuvo completamente abandonado y utilizado como basurero y hasta hospitalillo. Con el rescate del edificio, ya ayudaron, no solo a la estética, sino también, y más importante aún, a la seguridad del área.
Mira el reportaje en la nueva edición de Crónicas: