Nueva York – En un rincón lujoso de Nueva York, hoy 19 de septiembre de 2023, un suceso trascendental sacudió el universo financiero y la industria del cannabis. La reconocida asesoría de inversión, Subversive Capital Advisor, la cual ha ganado notoriedad por su enfoque en sectores emergentes con misiones claramente definidas, dio un paso audaz hacia el futuro. Esta entidad reveló su sexto fondo cotizado en bolsa, el Subversive Cannabis ETF, bajo el símbolo “LGLZ”, en la prestigiosa Bolsa Cboe BZX.
El lanzamiento de este fondo no es simplemente otro instrumento financiero en el mercado. Es un reflejo del cambio de percepción y de las expectativas en torno al cannabis. El fondo se presenta anticipando un hito: que la Agencia de Control de Drogas (FDA) apruebe una recomendación crucial del Secretario de Salud y Servicios Humanos. Esta recomendación podría sacar al cannabis de la Lista I de la Ley de Sustancias Controladas hacia finales de este año.
Bajo el mando de Christian H. Cooper, que actuará como gestor de cartera del ETF, el Fondo LGLZ tiene un objetivo claro: lograr una apreciación del capital a largo plazo. Para ello, invertirá al menos el 80% de sus activos netos en empresas vinculadas directamente con el sector global del cannabis. Esto incluye, pero no se limita a, empresas operativas en EE. UU. Cabe destacar que el fondo tiene una tarifa de gestión del 0.75%.
Las implicaciones de este lanzamiento son profundas. Cooper, en una declaración apasionada, compartió su visión: “No creemos que un Congreso tan políticamente dividido actúe significativamente sobre el cannabis a nivel federal. Sin embargo, confiamos en que una movida regulatoria hacia una clasificación de Lista III cambiaría significativamente la trayectoria de este negocio en los Estados Unidos sin necesidad de intervención del Congreso. Esperamos que la DEA acepte y finalice esta recomendación”.
El fondo se concentra en aquellas empresas que, en su opinión, tienen los flujos de efectivo operativos más robustos y que podrían ser las primeras en cotizar en bolsas más grandes. Cooper añade: “Saludamos cualquier progreso hacia la desestigmatización de la industria del cannabis”.
Para entender la magnitud de este cambio, hay que retroceder a 1970. Fue entonces cuando el Presidente Nixon clasificó al cannabis como una droga de Lista I, categoría que incluye “drogas sin uso médico aceptado actualmente y un alto potencial de abuso”. Esta decisión, influenciada por prejuicios raciales, ha tenido consecuencias a largo plazo, particularmente en las altas tasas de encarcelamiento de la población afroamericana.
Cooper concluye con un llamado a la reflexión y a la acción: “Los efectos terapéuticos del THC siguen siendo respaldados por investigaciones y ensayos científicos. Es hora de que las empresas de este espacio sean normalizadas y tengan acceso a los mismos recursos y oportunidades de rentabilidad que otras industrias”.
Sin duda, el lanzamiento del fondo LGLZ marca un antes y un después en la relación entre el mundo financiero y la industria del cannabis. Es un testimonio de un cambio de paradigma que ha estado gestándose durante años y que ahora está listo para florecer.