Bogotá (EFE) – El Senado colombiano hundió este martes un nuevo proyecto de reforma constitucional para legalizar el cannabis de uso recreativo, iniciativa que había vuelto a ser presentada tras fracasar en junio pasado cuando sólo le faltaba un debate para ser aprobada por el Congreso.
En sesión plenaria, 46 senadores votaron a favor de archivar la iniciativa y 40 en contra, por lo que el proyecto -presentado por la senadora oficialista María José Pizarro y el represente a la Cámara liberal Juan Carlos Losada- ni siquiera fue debatido.
“Seguiremos luchando por un cambio en la política de drogas, convencidos de que es el único camino para acabar con la guerra y para prevenir verdaderamente los consumos problemáticos y la afectación a las poblaciones más vulnerables”, afirmó Losada en la red social X (antes Twitter).
El cannabis de uso medicinal está permitido en Colombia, pero para el recreacional los Gobiernos de diferente signo han optado, legislatura tras legislatura, por una política prohibicionista bajo la eterna promesa de acabar con las drogas.
El último golpe lo dio el expresidente Álvaro Uribe, quien incluyó esta prohibición explícitamente en la Constitución y por eso ahora su despenalización necesita de ocho debates -en vez de los cuatro normales- en el Congreso.
Además, en Colombia se puede portar hasta 20 gramos de marihuana y está permitida la siembra de hasta 20 matas de autocultivo para consumo personal desde el año 1986, pero ahora los ponentes -de tinte progresista- querían impulsar la regularización del mercado para su venta.
“Dicen defender la familia, las juventudes y la niñez, pero prefirieren dejarle el negocio a los jíbaros (vendedores) y narcotraficantes que tienen el control de los parques, los territorios y Estado, en contra, incluso de la Constitución. Los verdaderos responsables de entregar las juventudes a las violentas mafias, son quienes votaron el archivo del proyecto”, dijo Pizarro.
Rechazo en medio de polémica
El rechazo del proyecto se da en medio de una polémica porque el presidente colombiano, Gustavo Petro, derogó un decreto que había firmado su antecesor, Iván Duque, con el que se autorizaba a la Policía a decomisar la dosis mínima de drogas en espacios públicos, porque considera que la institución debe perseguir a los grandes capos y no a los consumidores.
“Si la Constitución permite la dosis personal, la actividad de la Policía no se debe centrar en perseguir consumidores de estupefacientes sino en perseguir los grandes capos de la droga y en perseguir los delitos que afectan a la ciudadanía”, manifestó el sábado Petro en X.
Con lo firmado por el Gobierno se tumbó el documento que había modificado otro decreto que reglamenta parcialmente el Código Nacional de Policía y Convivencia “en lo referente a la prohibición de poseer, tener, entregar, distribuir o comercializar drogas o sustancias prohibidas”.
Esa regla había sido establecida por el Gobierno de Duque en octubre de 2018.
El expresidente aseguró que “el decreto derogado buscaba decomisar drogas en las calles, no criminalizar consumidores”.
Por esa razón, Losada criticó al Gobierno de Petro porque el decreto derogado “tuvo un rol demasiado grande” para que este martes fuera archivado el proyecto de reforma constitucional.
“El Gobierno Nacional no entendió que sacar ese decreto tres días antes podía poner en mucho peligro la regulación del cannabis de uso adulto”, añadió el representante a la Cámara.