Los Ángeles (EE.UU.) (EFE) – El documental “The First Step”, que llegó a los cines de EE.UU. este fin de semana, narra la cruzada personal del activista Van Jones hasta conseguir reformar algunas leyes penitenciarias y aliviar la saturación del sistema carcelario en Estados Unidos.
Dirigida por el cineasta Brandon Kramer, el filme sigue los pasos de un personaje reconocido en la sociedad estadounidense debido a sus facetas como líder social, analista político y escritor o gracias a su cargo de asesor para el departamento de Empleos Sostenibles, Empresa e Innovación de la Casa Blanca con el demócrata Barack Obama (2009-2017).
El esfuerzo de Van Jones, que se prolongó durante años, dio sus frutos con la aprobación en el Congreso de Estados Unidos de la legislación bautizada como “First Step” durante la Administración del republicano Donald Trump (2017-2021).
La ley fue promulgada en diciembre de 2018 tras formalizarse un borrador que aunó el respaldo de trabajadores del Departamento de Justicia, activistas, líderes religiosos y diferentes miembros de asociaciones de afectados por el sistema penal de Estados Unidos.
“First Step” permitió la reducción de penas por parte de reos que sufrían adicción a drogas o al alcohol en el momento de cometer delitos menores, y propició un descenso en la tasa de ocupación de los centros penitenciarios del país.
Hasta 20.000 reclusos se han beneficiado en los últimos años de esta ley, según datos de la asociación sin ánimo de lucro Reform Alliance, fundada por el propio Van Jones.
Louis L. Reed, director de Alianzas de Reform Alliance, valoró en una entrevista con EFE el documental de Kramer como “una obra que humaniza a las víctimas del sistema penitenciario” para que no sean vistas por la sociedad como “delincuentes”, sino como “padres, madres o familiares que buscan reinsertarse”.
No obstante, antes de que la ley se materializase, Van Jones se vio atrapado en una espiral de intereses partidistas y polarización política que complicaba cualquier avance conseguido en otros sectores implicados, como el religioso o el de la sociedad civil.
Definida por su propio protagonista como “una partida de ajedrez político” en los despachos de las altas esferas de Washington, Jones es tildado de progresista por los republicanos y de conservador por los demócratas.
A lo largo de este documental, producido por la compañía Meridian Hill Pictures, aparecen caras tan reconocibles como la del consejero y yerno de Trump Jared Kushner, el senador Bernie Sanders, la actual vicepresidenta, Kamala Harris, la empresaria y “socialité” Kim Kardashian o el propio Trump.
De hecho, se revelan imágenes inéditas de las trascendentales reuniones con estas personalidades que precedieron a la aprobación de esta legislación.
“El documental es un relato de esperanza y del poder que tiene la capacidad de crear relaciones humanas. (…) Incluso siendo testigos de lo divisiva que puede ser la política y cómo se aísla a unos y otros si no siguen lo establecido”, argumentó el director del filme en declaraciones a EFE.
El lado más profesional de Jones es complementado con un cariz personal a través de íntimas grabaciones que reflejan sus relaciones con amigos y familiares durante esta etapa de su vida.
“Costó un año de grabación tener confianza con Van Jones para poder filmar estos momentos tan íntimos, junto a su familia o en reuniones como la que mantuvo con Jared Kushner. (…) Era lógico que lo último que quisiera es que yo estuviera allí grabándolo”, explicó Kramer.
Tanto Reed como él concluyeron que, “pese a lo inspirador del documental”, esta producción también pone el foco en la falta de entendimiento de una sociedad estadounidense fragmentada en la que “la división continúa” patente tras el mandato de Trump.