Por El Planteo
El fallecimiento de Pedro Suárez-Vértiz, la voz icónica del rock peruano, ha dejado un vacío inmenso en la música y la cultura de Perú. Su muerte, a los 54 años, marca el final de una era para un artista que no solo se destacó por su talento musical, sino también por su valiente lucha personal y su activismo en pro del uso medicinal del cannabis.
En una profunda conversación con la revista Somos, Pedro describió los inicios de su enfermedad, la disartria secundaria por un síndrome neuromuscular bulbar: En el año 2007 empezó a perder la “s” al hablar. Luego la “r”… Y así sucesivamente, escribe Rafaella León.
“Después preferí ya no hablar. Me costaba demasiado”, explicó Pedro. Estas palabras, pronunciadas desde la intimidad de su hogar, reflejan la complejidad de su condición y el impacto que tuvo en su vida diaria y carrera profesional.
Más allá de su lucha personal, Pedro se convirtió en un defensor incansable de la legalización del cannabis para uso medicinal, especialmente para quienes sufren enfermedades neurológicas.
“Quisiera que lo legalicen. Los que sufrimos problemas neurológicos lo necesitamos con urgencia”, expresó con convicción. Su postura no solo abogaba por su propia salud, sino también por la de miles de personas que podrían beneficiarse de los efectos terapéuticos de la planta.
En Perú, un país donde el cannabis medicinal aún enfrenta barreras legales, Pedro no dudó en cuestionar los prejuicios y la burocracia.
“Pensar que te va a drogar es como creer que el mate de coca genera narcotráfico. Hay que legalizarlo ya, sin burocracias tontas”, afirmó en esa misma entrevista. Sus palabras resuenan aún más hoy, recordando su compromiso no solo con la música, sino también con causas sociales relevantes.
Pedro Suárez-Vértiz, más que un músico, se convirtió en un símbolo de resiliencia y esperanza. A través de su lucha personal y su activismo, dejó una huella imborrable en el corazón de los peruanos y en la historia cultural del país. Su legado continúa vivo en cada canción, en cada melodía y en el recuerdo de un hombre que, a pesar de los desafíos, nunca dejó de luchar por lo que creía justo.
Trasfondo artístico
Suárez-Vértiz murió al amanecer de este jueves por problemas cardíacos, según informaron en un primer momento varios medios locales y confirmaron luego las autoridades del municipio limeño de Miraflores, donde residía.
El músico había dejado las presentaciones públicas hace una década, tras informar que sufría de parálisis bulbar, una enfermedad que afecta las neuronas motoras inferiores del tallo cerebral.
Sin embargo, continuó desarrollando proyectos personales, al punto que este mes publicó una nueva edición de su autobiografía ´Yo, Pedro´ y mantenía una activa participación en las redes sociales.
Suárez-Vértiz irrumpió en la década de los ochenta como uno de los jóvenes artistas más destacados de la escena local al frente de la agrupación Arena Hash, que tenía entre sus integrantes al posteriormente reconocido actor Christian Meier.
Tras grabar dos discos con ese grupo, el músico inició una exitosa carrera como solista que le permitió grabar seis producciones más, con canciones que también alcanzaron éxito en otros países de la región, entre ellas ´Cuando pienses en volver´, considerado un himno de los migrantes latinoamericanos.
Su muerte fue lamentada de manera unánime por la escena rockera local, pero también por conocidos representantes de la cumbia, la música criolla, el folclore, las artes, la farándula, la prensa, la política y el fútbol nacional.