Por Enrique D. Fernández
El Planteo
Con más de 35 años como banda estable, Los Pericos es uno de los referentes indiscutidos en la escena del reggae argentino. No por nada en su momento fueron nombrados como embajadores del género por el público jamaiquino.
Juanchi Baleiron ya lleva casi 20 años como vocalista del grupo, luego de que El Bahiano tomase la decisión de dar un paso al costado.
En exclusiva para El Planteo, el músico y productor habló sobre las inquietudes presentes de la banda y respecto al vínculo con la cultura cannábica durante sus orígenes.
“Estábamos trabajando en un disco nuevo antes de la pandemia. Pero la cuarentena nos atravesó. Entonces apareció el proyecto del disco de covers y reversiones, y pusimos todo en pausa. Ahora estamos de a poco empezando a retomar el disco nuevo después del show en el Opera”.
“Calculamos con suerte tener listo un simple adelanto para fin de año. Sería lo ideal. Pero para el año que viene ya vamos a encarar las canciones nuevas. Tal vez también sigamos de a poco sacando singles, pero igualmente va a ser un álbum conceptual como los de nuestra generación”, cuenta Juanchi.
Párate y mira
En medio de un presente donde el foco se posiciona en aquellos que se adaptan a las reglas del mercado, Juanchi cuenta cómo hacen para sobrevivir en una industria que se reinventa a pasos agigantados.
“Los cambios son cambios y no es que hay opciones. No podés elegir si voy por acá o por allá. Hoy todo pasa por ahí. Tu música se tiene que difundir y cuanto más te difundas más llegas y más vas a tocar. Siempre fuimos flexibles, desde siempre”, explica.
“Nosotros fuimos la primera banda que tuvo un ‘.com’ registrado allá por el ‘96. Imaginate que estamos en contacto constante con la evolución de la tecnología y las formas de difusión, sea en MP3, en vinilo, lo que quieras. La idea es que funcione la difusión y que se prolongue la música en tiempo y espacio. Y como vaya a ser en el futuro estaremos adaptados también”.
Al día de hoy, Los Pericos es una de las pocas bandas nacionales de mediados de los ‘80 que todavía se mantienen en pie. El hecho de tener que compartir festivales junto a referentes que recién empiezan a dar sus primeros pasos es otro de los desafíos que pone a prueba la vigencia de la banda.
El furor de la música urbana, el trap y la aparición de artistas cada vez más jóvenes es otro de los aspectos que Juanchi resalta de la cultura pop actual. “Me parece genial lo que pasa con la música urbana. La autenticidad, el hecho de que viene de abajo, que es real y honesta.
Es la trinchera y la bandera de la nueva generación. Eso ya de por si te pone en un nivel de algo sumamente respetable”.
Al momento de enumerar a sus favoritos, el productor estrella de bandas como Attaque 77 y Massacre no duda en señalar a algunas de las figuras más exitosas de la escena actual.
“Del palo urbano me gusta particularmente Dillom, que es mi favorito. También, obviamente Trueno, porque tiene esa cosita funkera tan linda y canchera, y Wos que tiene el corazoncito más rockero”. Y sigue: “Me gusta mucho lo que hay en el pop local nuevo, que yo lo llamaría ‘más sensible’, como por ejemplo Conociendo Rusia y Bandalos Chinos. Son bandas que me encantan de lo que hoy escucho como novedad”.
Las malas lenguas
Los Pericos siempre fue un referente indiscutido del reggae argentino, junto a precursores como Los Cafres y Sumo. Claro que esto también venía acompañado de un encasillamiento al que Juanchi define como “banda de porreros”.
“Siendo una banda que decantó el porro desde hace mucho me parece que está bien concientizar todo lo que es el cannabis, que la parte medicinal recreativa consumida con responsabilidad y conciencia no hace mal a nadie, siendo que tenemos una cultura de hace años de alcohol que me parece más complicado y difícil e incontrolable”.
Cultura cannábica
Juanchi mira hacia atrás y rememora entre risas los años en los que fueron marginados y tildados de hacer apología de la marihuana.
“Es un proceso largo que venimos viviendo desde hace tiempo. Ya hemos visto la evolución y seguiremos evolucionando en cuanto a despenalizar y concientizar de lo que realmente es el cannabis”.
“Hace 35 años era otra cosa. Hablar del porro era un poco generar incomodidad en la generación anterior. Algunos se confundían y no faltaba el desprevenido no entendía nada. Antes pensaban que para tocar reggae tenías que fumar porro sí o sí. Si tocabas reggae eras porrero. Te decían vago, sinvergüenza, marginal”.
—¿Te parece que se demoró demasiado en despojar al reggae de los prejuicios respecto a la marihuana?
—El porro estaba ligado a las drogas que te hacen mal. Y al mismo tiempo estabas al lado de un cartel que te decía tome tal vino o tal whisky, esas contradicciones. Estamos avanzando en ese sentido, en lo que es la cultura cannábica y lo que es bueno. Y lo que no es bueno, hay que estar advertido y cuidarse.