Por Némesis Mora Pérez
San Juan, 7 de febrero de 2022 – Mieko Hester-Pérez se volvió defensora del cannabis medicinal desde que su hijo Joey fue diagnosticado con autismo severo a los seis meses de nacido.
A los nueve años, Joey también fue diagnosticado con problemas de agresividad, ansiedad, desgaste físico y mala nutrición, situación que lo llevó a pesar unas 42 libras. Para que su hijo recuperara el apetito y pudiera tener su sonrisa de vuelta, Mieko comenzó a investigar sobre los beneficios del cannabis como una opción viable para la salud de su hijo.
“Recuerdo estar guiando de vuelta a casa y decir: ‘yo no voy a perder a mi hijo’. Lo primero que vino a mi cabeza fue que el cannabis era una opción para abrirle el apetito. Vengo de una familia bien religiosa y conservadora, pero como quiera hice muchísimas investigaciones antes para comenzar con el tratamiento”, narró Hester-Pérez a Crónicas.
Aunque sus creencias religiosas y de índole conservadora permanecen latentes, Joey comenzó su tratamiento de cannabis medicinal para mediados de 2009. Cada 15 días, Joey se medicaba por medio de comestibles hechos por Mieko con la dosificación exacta y apta al paladar de su hijo. Por lo general, le preparaba brownies de chocolate.
“Mi papá me dejó de hablar por seis meses porque no podía entender lo que yo estaba haciendo con Joey. Estaba molesto conmigo. Pero hubo una Navidad que mi papá vino a mi casa y mi hijo lo miró y empezó a responder por primera vez. Mi papá tenía lágrimas en sus ojos. No me dijo nada más y se fue. Unos días después, me llamó para disculparse. A partir de ese momento, él no se ha separado de mí”, continuó Mieko.
En los primeros 90 días de haber consumido cannabis medicinal, Joey comenzó a tener cambios positivos de comportamiento. Al pasar los seis meses de medicación, Joey “era completamente diferente”.
“Fue prácticamente un milagro. Aunque no lo tenía claro en ese momento, fue la ciencia la que lo ayudó”, añadió la mamá de Joey.
Actualmente, Hester-Pérez vive en el estado de California y ofrece apoyo y asesoría a familias, comunidades, universidades, dispensarios y organizaciones de autismo sobre los beneficios de la planta en la Fundación No Convencional para el Autismo (UF4A). También cuenta con su propio negocio, CA Corp & Attorney Services.
A mediados de 2018, Joey falleció como consecuencia de la distrofia muscular que terminó padeciendo.
“Joey se fue, pero me dejó aquí con un trabajo. Es por esto que regresar a Puerto Rico es muy importante. Posiblemente más importante que en cualquier otra ocasión. Lo que nosotras queremos es que nuestros hijos vuelvan a sonreír”, confesó Hester-Pérez.
La asesora y experta en cannabis para niños con trastorno autista participó recientemente en el Puerto Rico MedCann.Biz en Plaza las Américas. Meiko es natural de Moca y aunque la joven madre visita con frecuencia la isla, la mayor parte del tiempo lo dedica a visitar a familias y entidades como parte de su trabajo de asesoría y apoyo. Sus padres y hermanos viven aún al noreste de la isla.