Por Amanda Díaz de Hoyo
Con Cannas
Salía de la clase de yoga cuando me topé con una ex compañera de escuela, quien evidentemente está pasando por un momento difícil de salud. Entre los saludos y la conversación surgió el tema del cannabis medicinal.
Intentar explicar en cuestión de minutos cuánto se ha avanzado en la investigación con cannabis y cómo usarlo para obtener el mejor beneficio es misión imposible. Cuando le hablé algo de mi experiencia como paciente cannábica desde hace unos cuántos años, me di cuenta de que la tarea es titánica.
No es fácil de comprender para quienes aún mantienen la mentalidad de que es ilegal su consumo aun siendo medicinal. Entonces, mi amiga de la infancia me comentó que había intentado usar un gummy pero tuvo miedo de los efectos.
Ahí tuve que decirle que una visita a un médico cannábico es uno de los primeros pasos para comenzar el cambio de una medicina one size fits all a una individualizada antes de usar alguna forma de cannabis.
Son muchas las condiciones que se tratan con cannabis medicinal y hay un mundo de cepas en los dispensarios. Como se trata de una medicina individualizada e integrativa, hay que ver cómo el cuerpo asimila mejor cada cepa. Con la terapia cannábica es muy importante estudiar las reacciones y crear un awareness de lo que uno consume, la cantidad y la frecuencia. Vamos, que no es solo con el cannabis, sino con los alimentos y otros medicamentos y cómo interactúan químicamente.
Reconozco que el papel del médico cannábico es importante al igual que el del budtender para aclarar dudas y buscar perfiles de cepas que se trabajen mejor con la condición que se quiere tratar. Hay otras ayudas disponibles on line que se han vuelto parte de mi vida como paciente. Hay que seguir estudiando el tema a profundidad.
Una noche me llama al celu otra amiga que no entendía el cannabis medicinal habiendo visitado a un médico cannábico. La proporción de dudas y miedo que ella sentía me hizo comprender cuán arraigada está en unas generaciones esa persecución contra una planta medicinal.
Todavía no hemos superado el antagonismo que nos siembran la política y la religión sobre la ciencia y cómo ello afecta el bienestar social y personal. Cuándo culminó la conversación me dije: El prejuicio de unos no va por encima de mi bienestar. El cambio de mentalidad viene con una plena conciencia de lo que queremos: salud y balance. Ese es el mantra.