Por José Maldonado y Marcos Pérez Ramírez
¿Cómo le ha ido al Colectivo Puertorriqueño de Dispensarios?
Estamos trabajando en la unión del colectivo. Todos compartimos tanto metas como dificultades. El Colectivo no solo ha funcionado para hacer compras en conjunto y para proveerles productos de calidad más accesibles a los pacientes, sino también para mejorar la operación de todos los dispensarios, compartir conocimiento y servicios que necesitamos, como pueden ser la seguridad, las máquinas que imprimen los sellos de las pruebas de laboratorio, las computadoras. Acá nos ayudamos mutuamente.
¿Hace cuánto se fundó el Colectivo?
Vamos para nuestro tercer año, ahora, en el mes de junio.
¿Es un grupo cerrado o está abierto a otros dispensarios?
Comenzamos con siete socios dueños de dispensarios de cannabis medicinal y en ese momento éramos menos de 15 dispensarios. Ahora tenemos doce socios con 27 dispensarios. Es un grupo cerrado, hasta ahora.
¿Recomendarías el modelo de alianza que ustedes han implementado a los nuevos dispensarios?
Estamos haciendo invitaciones abiertas a todas las personas que estén interesadas en participar del Colectivo. Cada socio tiene que cumplir con unos requisitos del Colectivo. La persona interesada debe llenar su solicitud y cumplir con esos requisitos. Tienen que ser dispensarios independientes que no cuenten con una operación de manufactura o cultivo de cannabis medicinal, entre otros requisitos.
¿Cómo ves la situación del cannabis medicinal en Puerto Rico?
Todo participante de la industria del cannabis medicinal está viviendo una realidad distinta a la que vivían dos o tres años atrás cuando abrieron sus dispensarios de cannabis medicinal. Por lo menos esa es la realidad del Colectivo que represento. En un municipio, por ejemplo, cuando algunos de nuestros socios inauguraron sus dispensarios, eran los únicos en sus pueblos. Ahora en algunos pueblos hay seis o siete dispensarios. La inflación también incide en los precios de las flores, de los salarios que hay que pagar, los servicios de los suplidores. Y también hay una saturación en el mercado, sin embargo, no hay mucho aumento en el número de pacientes de cannabis medicinal.
¿Cuáles son los retos que están enfrentando?
La saturación del mercado. Hay demasiados dispensarios para la cantidad de pacientes.
¿Por dónde va el número de dispensarios en Puerto Rico?
Ya son unos 325 dispensarios.
¿Qué estrategias están implementando para ayudar a estos pequeños negocios ante la competencia feroz de las grandes cadenas de dispensarios de cannabis medicinal?
En el área metropolitana la saturación es mayor, en lugares como Hato Rey hay hasta siete dispensarios de cannabis medicinal. Trabajar con los costos del sistema, con el complimiento y tener un buen producto de calidad, son algunas de las cosas en las que trabajamos.
¿Qué tendencias has visto?
Hemos pasado dos “sequías” de flores. Y ahora tenemos lo contrario, mayor cantidad, no solo de productos sino de ofertas.
¿Qué piensan de la legalización del uso adulto regulado del cannabis?
Hemos estado pendientes al Proyecto de la Cámara 1191, que con los cambios correctos puede ser un proyecto que sea favorable para la industria del cannabis en general. Cambia el escenario de la industria y añade el uso adulto responsable. Estamos a favor y si vamos a abrir ese nuevo mercado ya tenemos la infraestructura para hacerlo. Es el movimiento correcto, abrir el mercado de uso adulto responsable.