Por Javi Diaz
Gerente de Desarrollo de Cannalytics Bioscience Labs
Hoy en día, muchos dispensarios aplican mínimos de THC para los productos que venden.
Si los productos de flores no tienen Certificados de Análisis (COA) que demuestran que los niveles de THC están por encima del 20% o más, existe una buena posibilidad de que muchos dispensarios no los lleven en sus anaqueles. Desafortunadamente, este tipo de demandas sólo ejercen una presión indebida sobre la industria y engañan al consumidor.
La búsqueda de altas potencias y de laboratorios que consistentemente las arrojen se han vuelto más frecuentes con la creciente demanda de este tipo de flores. Lamentablemente, muchos cultivadores presentan COAs válidos y certificados a la Oficina de Cannabis Medicinal, que muestran valores de potencia mucho más altos de lo que tradicionalmente serían.
Muchos consumidores todavía no entienden que la potencia del THC no es el único factor para determinar la calidad del cannabis, y sin saberlo están contribuyendo a la demanda de solicitar pruebas y análisis de laboratorios que no cuentan con los debidos requerimientos que exige el Reglamento 9038.
Es alarmante para los laboratorios éticos ver algunos cultivadores y laboratorios hambrientos de generar ganancias como generan datos cuestionables para hacerlos más atractivos para el consumidor.
Los laboratorios de análisis de cannabis son solo responsables por el control de calidad. Su facultad es actuar como agentes de seguridad pública que garantizan que estos productos sean aptos para el consumidor y proporcionar información detallada sobre lo que eligen poner en sus cuerpos.
Deben siempre ser íntegros, éticos, profesionales y siempre tener en perspectiva que el propósito de un laboratorio es realizar pruebas de análisis para velar por la salud de los pacientes que se acogen al programa de cannabis medicinal en Puerto Rico.
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