Por Jorge H. Díaz Blanco, MT (ASCP)
Director de Laboratorio, Cannalytics Bioscience Labs
San Juan (9 de abril de 2022) – El Reglamento 9038 del Departamento de Salud requiere que los laboratorios que analizan el cannabis estén debidamente preparados para detectar bacterias, hongos, pesticidas, metales pesados, micotoxinas, etc., que sean dañinos a la salud.
Organismos como Escherichia coli, Salmonella, Aspergillus y otros, son capaces de causar condiciones patogénicas, epidémicas y hasta la muerte. Escherichia coli es el principal causante de enfermedades gastrointestinales, y la variante O157:H7 está asociada a epidemias de alta mortalidad en personas jóvenes y adultos mayores institucionalizados.
La Salmonella sp. invade la mucosa intestinal y algunas cepas entran en el torrente sanguíneo causando enfermedades febriles muy serias. El Aspergillus sp. es un organismo capaz de causar infecciones diseminadas viéndose en pacientes inmunocomprometidos. También causa enfermedades pulmonares invasivas, aspergilosis broncopulmonar alérgica, sinusitis, endocarditis e infección al sistema nervioso central. Cuando estos y otros microorganismos aumentan de manera descontrolada puede ser muy perjudicial a la salud mayormente en pacientes inmunocomprometidos.
Es de suma importancia que el laboratorio esté debidamente capacitado para aislar todos estos organismos y que cuente con técnicas adecuadas y personal adiestrado para su detección e identificación.
Las acreditaciones por instituciones como el American Association of Laboratory Accreditation (A2LA) y ACLASS ISO/IEC 17025:2017 exigidas y requeridas por el Departamento de Salud en el Reglamento 9038, Artículo 66, Inciso C, Numero 3, garantizan que todos los métodos y procedimientos están debidamente validados, los instrumentos están calibrados y los resultados que se generan en el laboratorio son precisos y confiables.
Dentro de estos procedimientos validados y aprobados, está el proceso de muestreo. Según el estándar ISO 17025 y el Reglamento 9038, cada lote de producto debe ser muestreado, analizado y generado un Certificado de Análisis. A cada lote de producto se le tiene que asignar un número de lote y una cantidad o peso definido y específico. El procedimiento siempre debe asignar un tope de peso por lote de producción para así reducir el riesgo de que pueda haber niveles detectables de contaminación en lotes de producto con mucho peso.
Como consecuencia, es nuestro compromiso investigar el mayor número de muestras obtenidas por lote de producto, aumentando la posibilidad de detectar cualquier agente dañino a los usuarios, ya sean compuestos químicos o patógenos bacterianos. La práctica de realizar un solo Certificado de Análisis a un lote de producto sin considerar límite de peso o cantidad, reduce sustancialmente la posibilidad de encontrar cualquiera de estos agentes, creando así un riesgo potencial a la salud pública.