Por Javi Diaz
Gerente de Desarrollo Cannalytics Bioscience Labs
A medida que los productos de cannabis y los estándares de calidad evolucionan, los laboratorios analíticos tienen la ardua tarea de probar un número cada vez mayor de atributos en la composición química de los productos elaborados, múltiples posibles contaminantes y constantes cambios en la regulación.
La creatividad y la innovación abundan en esta industria y definitivamente ha habido una tendencia hacia una mayor diversidad de productos, especialmente en comestibles como gomitas y chocolates. Donde una vez los comestibles eran una elección entre galletas, brownies, chocolate y gomitas rudimentarias, ahora vemos mezclas de bebidas en polvo, panetelas y hasta palomitas de maíz.
Los productores de cannabis finalmente están comenzando a reconciliar la ciencia analítica detrás de la fabricación de cannabinoides lo que abre un vasto campo en la industria de cáñamo y cannabis medicinal.
Como todavía no existen pautas federales definidas para los métodos de prueba, o incluso consenso en la comunidad científica, cada vez que un nuevo tipo de producto entra para las pruebas regulatorias, los laboratorios tenemos que comenzar desde cero hasta cierto punto a elaborar y validar métodos de prueba. A medida que la diversidad de productos se expande, el desafío técnico y analítico se vuelve más complejo.
Un reto particular con los comestibles es que los equipos sensibles de cromatografía utilizados para detectar contaminantes típicamente no son adecuados para matrices “sucias” o complejas, por lo que las muestras pueden requerir una limpieza exhaustiva para no dañar las columnas del instrumento.
Cada producto tiene sus propios requisitos y cada uno se debe trabajar lo más estrechamente posible con su manufacturero. La industria necesita llegar a una posición centrada en la calidad de los productos en lugar de la velocidad con la que se llevan al mercado.
Los cultivadores y manufactureros deben ver las pruebas de laboratorio no solo como un requisito regulatorio, sino como algo que puede ayudar a producir un mejor producto. Se debe adoptar una actitud de apertura y transparencia sobre la ciencia que hacemos y los desafíos que enfrentamos.
Vamos a ver próximamente, con la continua innovación, una variedad de nuevos productos y mejores formulaciones de cannabis con el fin de mejorar la salud.
Es de suma importancia que los cuerpos reguladores incluyendo el Departamento de Salud y de Agricultura, las leyes aplicables y demás regulaciones no se queden atrás de la innovación de productos para mantener siempre un equilibrio relativo a la salud pública.