Singapur (EFE) – El Consejo Nacional Olímpico de Singapur ha impuesto al nadador Joseph Schooling una multa de $10,000 por violar su código de conducta, después de que el deportista admitiera haber consumido marihuana cuando estaba en el extranjero.
Este organismo, que reveló la multa en un comunicado divulgado el lunes, también lanzó una advertencia al campeón de los 100 metros mariposa en Río 2016, quien fue sancionado en agosto tras admitir que había consumido marihuana fuera del país.
La multa se suma a la prohibición emitida entonces por el Ministerio de Defensa de que no podrá pedir permisos para entrenar o competir mientras realiza el servicio obligatorio de dos años que impone la ciudad-Estado asiática.
Con la decisión, es probable que el nadador se pierda los Juegos del Sudeste Asiático de 2023 en Camboya, así como los Juegos Asiáticos en Hangzhou, China, también el año próximo.
La medida fue adoptada después de que Schooling, de 27 años, admitiera haber consumido cannabis el pasado mayo, cuando estaba en Vietnam para participar en los Juegos del Sudeste Asiático, si bien el ministerio de Defensa admitió que “las pruebas de orina para drogas controladas realizadas en Joseph Schooling dieron negativo”.
Además de a Schooling, el Consejo Nacional Olímpico isleño también impuso multas de $2,800 y $3,200, respectivamente, a los nadadores Amanda Lim y Teong Tzen Wei, quienes confesaron consumir drogas tras la revelación de Schoolig.
Este organismo concluye así las investigaciones llevadas a cabo por su comité disciplinario sobre las posibles violaciones del código de conducta por parte de los nadadores durante los Juegos del Sudeste Asiático de 2019 y 2021.
La agencia nacional de deporte isleña había asimismo suspendido su apoyo -que incluye financiación, asistencia médica y deportiva- a los tres nadadores durante un mes a partir del 1 de octubre.
Schooling y Teong admitieron en agosto haber fumado marihuana fuera del país, mientras cumplían con sus obligaciones con el equipo nacional de Singapur, y se desconocen los detalles sobre el caso de la nadadora de estilo libre.
Singapur tiene una de las leyes anti drogas más draconianas del planeta -que recoge la pena de muerte para narcotraficantes mediante la horca- y los ciudadanos singapurenses o residentes permanentes que consumen drogas en el extranjero pueden ser castigados del mismo modo que si lo hubieran hecho dentro, según la norma isleña.
En este sentido, una primera infracción puede acarrear penas de entre un año y diez de cárcel, aunque la mayoría de los detenidos suelen ser enviados a rehabilitación si no hay más cargos en su contra, según la Oficina de Narcóticos.