San Juan, 7 de febrero de 2022 – El descubrimiento accidental en el centro de China de la tumba de un soldado de la dinastía Tang (618-907) en la que se encontraron restos de cannabis confirmó que la planta constituía una de las bases de la alimentación de la población en esa época, de acuerdo con un nuevo estudio arqueológico.
El hallazgo prueba que durante ese periodo de máximo auge de la civilización china el cannabis no solo se usaba con fines estimulantes, medicinales y textiles, sino también nutricionales. La tumba, perteneciente al capitán de caballería Guo Xing, fue localizada en 2019 durante unas obras en el patio de una escuela primaria de Taiyuan (capital de la provincia central de Shanxi) y al haber estado oculta 1,320 años, apareció perfectamente conservada y con pinturas murales, objetos y artefactos intactos.
En una de las vasijas con alimentos básicos de la época se encontraron restos de cannabis, incluyendo algunas semillas que aún mostraban su color original y un tamaño casi el doble de lo habitual.
Los investigadores creen que se trata de cannabis sativa, una variedad originaria de Asia central con menor concentración de la sustancia psicotrópica tetrahidrocannabinol (THC) que la que tiene la marihuana moderna.
“El cannabis estaba almacenado en una vasija depositada en el ataúd junto con otros granos básicos como el mijo. Es obvio que los descendientes de Guo Xing enterraron el cannabis porque era un alimento importante”, explicó Jin Guiyun, profesora de Historia de la Universidad de Shandong y autora del artículo científico en el que se expone el hallazgo.
Desde los años 80, los arqueólogos chinos han identificado restos de cannabis en tumbas por todo el país -algunas con más de 6,600 años de antigüedad- pero consideraban que se empleaba solo con fines rituales para provocar alucinaciones en celebraciones religiosas.