Nueva York 15 jul (EFE) – La ciudad de Nueva York huele a marihuana. Esta sorprendente afirmación la hizo este viernes el mismo alcalde Eric Adams, mitad en broma, mitad en serio, en unas declaraciones en las que una periodista le preguntó por el intenso olor a basura en las calles de la ciudad.
“La primera cosa que huelo ahora mismo es a marihuana. Parece como si todo el mundo se estuviera fumando un porro. Todo el mundo tiene un porro”, dijo Adams y se echó a reír.
“Yo no huelo (a basura), será porque tengo una nariz neoyorquina”, concluyó el alcalde.
El consumo de marihuana está bastante extendido en la Gran Manzana, fruto de una situación de limbo legal: aunque se ha despenalizado el consumo de cannabis, falta concretar la reglamentación que rija su cultivo y venta, en todo lo relativo a cantidades, precios y criterios para poder ser considerado cliente.
En cualquier caso, los aromas procedentes de los cigarrillos de marihuana no consiguen tapar el intenso hedor que en verano producen las pilas de basura que se acumulan en bolsas en las calles de la ciudad, y que se convierten en hogar predilecto de las ratas.
En una reciente encuesta realizada por la revista Time Out, Nueva York tuvo el dudoso honor de ser elegida como la segunda ciudad más sucia del mundo, solo por detrás de Roma.
La Alcaldía ha prometido instalar un sistema de contenedores similar a los que se ven en cualquier ciudad europea, y ha apuntado a Barcelona como una de las ciudades que pueden inspirar su futuro modelo de separación de residuos, pero por el momento las montañas de bolsas de basura forman parte del paisaje habitual de la ciudad.