Nueva York (EFE) – La cantante puertorriqueña iLe presentó el viernes su tercer álbum de estudio, “Nacarile”, una colección de once canciones con notables colaboraciones en las que se deja guiar por la música, comparte su vulnerabilidad y se encuentra a sí misma, según dijo a EFE.
De esta obra más melódica y experimental ya se adelantó “Donde nadie más respira”, sobre las consecuencias políticas del colonialismo en Puerto Rico; “En Cantos”, donde enfoca el amor en dúo con la mexicana Natalia Lafourcade; o “(Escapándome) de mí”, un relato de superación.
Horas antes de estrenar su nuevo trabajo en un concierto íntimo en Brooklyn (Nueva York), la exintegrante del grupo Calle 13 y ganadora del Grammy por su primer álbum en solitario, “iLevitable”, destacó cómo la pandemia la sumió en un momento de confusión del que sacó un aprendizaje.
“Me afectaba mucho lo que estaba pasando a mi alrededor y sumaba la incertidumbre que vivimos en aquel momento, la manera en que vemos y apreciamos la vida… Esa complejidad de estar batallando conmigo misma, entre querer estar enfocada en el disco y no saber cómo”, dijo la también compositora de 33 años.
Fue en ese momento de sentirse “dispersa, perdida y confundida” cuando la música se convirtió en una “terapia” para la artista -cuyo nombre real es Ileana Cabra- que decidió “acoger esa incomodidad y darle cariñito, reconocer que está ahí y aceptarla para seguir y trascenderlo”.
LA MÚSICA MARCA EL CAMINO
De ahí que el título elegido sea “nacarile”, una negación rotunda en el lenguaje coloquial de la isla: “Pegaba con lo que estaba sintiendo al hacer el disco, las canciones expresan ese momento de dificultad e incomodidad. Nacarile era mi manera de trascender esas adversidades”, comenta.
“Siento que las canciones me guiaron a mí: en los discos anteriores tengo una dirección clara, pero esta vez fue al revés”, explica la cantante, que se recuerda como un ser “flotante” en el proceso creativo y lo refleja en su sonido con una “textura y musicalidad suspendida”.
“Me lo disfruté, sentía que quería darle más lugar a la respiración, al aire que hay en la voz, jugar con distintas instrumentaciones donde pudiese reflejar cómo me sentía: como si no estuviera pisando nada, sino en el aire”, añade.
Manteniendo el espíritu reivindicativo que carga sus letras de alegatos feministas, la cantante aborda el tema del amor y a raíz de ello decide también “soltar” un lado más personal que no ha mostrado tanto hasta ahora porque, reconoce, le cuesta detenerse a hacer introspección.
“Los otros discos tenían algo más de (alma) colectiva, que es importante, pero en este (trato de) entenderme un poquito mejor a mí misma”, detalla la compositora, que señala que enfrentarse a “esas cosas que quizás te da miedo expresar sobre ti misma” es como “te entiendes mejor”.
UN “EQUIPAZO TREMENDO”
Parte de esa incomodidad de la que aprendió iLe en su nuevo trabajo pasó por hacer varias colaboraciones, que inicialmente describe como un “proceso vulnerable de compartir tu canción con otra persona que no sabes si la verá de la misma manera o se sentirá identificada”.
No obstante, el hecho de estar acompañada en más de la mitad de las canciones indica que ese proceso fue positivo, y ella lo corrobora: “Me emociona un montón, fue una experiencia nueva para mí, nunca imaginé que tendría tantas colaboraciones y todo se dio muy armoniosamente”.
Entre el “equipazo tremendo” de artistas está la reina del reguetón, Ivy Queen, su aliada contra el patriarcado en las letras de “Algo bonito”, que animan a “romper con loa estereotipos y redefinirlos, porque nosotras tenemos un lugar importante en este mundo y seguimos batallando la desigualdad”.
“Es importante reclamar todas las cosas que nos corresponden como mujeres y seguir expandiendo la conversación en el movimiento femenino”, añade.
“Nacarile” cuenta también con las voces de las mexicanas Flor de Toloache y Natalia Lafourcade, y la chilena Mon Laferte, así como el rapero argentino Trueno y el cantante español Rodrigo Cuevas, que suman matices al eclecticismo del disco.