Por Héctor Luis Coca Soto
Psicólogo Licenciado
Especial para EyBoricua.com
San Juan (15 de junio de 2021) – Es de conocimiento general que los diagnósticos de salud mental en general se triplicaron durante la pandemia, en especial los más comunes, que son la depresión y la ansiedad.
La incidencia de personas afectadas en su salud mental también implica un aumento en la violencia doméstica y en el maltrato de menores. Curiosamente, los suicidios se redujeron según estadísticas de ASSMCA. Tengo la impresión de que la reducción en el consumo de alcohol por el cierre comercial ordenado por el gobierno durante la pandemia, pudo ser un factor que contribuyó a esa merma, pues el consumo de esta droga habita con frecuencia en los patrones del suicida.
La fobia social es otro tipo de diagnóstico de salud mental que ha afectado a niños y adolescentes, quienes se han visto en una situación muy vulnerable debido al encierro y el aislamiento provocado por la pandemia.
Al decir vulnerables me refiero a menores que estaban en circunstancias que facilitaban la aparición de síntomas como, por ejemplo, el rezago social por aislamiento previo, niños y jóvenes que enfrentan frecuentemente situaciones de acoso escolar o cuyos padres demuestran poca destreza social.
El Manual de la Asociación Americana de Psiquiatría (DSM5) define la fobia social como un miedo excesivo a una o más situaciones sociales en las cuales el individuo pudiera estar bajo el posible escrutinio de otros. Algunos ejemplos de estas situaciones son: conversaciones con otros, hablar en público, comer, interactuar con gente no conocida.
Otros de los síntomas de la fobia social son: temor a ser rechazado o humillado por otros; ansiedad causada por la interacción social; la persona suele evitar situaciones o eventos donde debe compartir con otras personas y el temor se observa muy acentuado según se aproxima el intercambio con otros semejantes.
Además, el temor se puede extender por seis meses o más y ocasiona dificultades para lidiar con circunstancias cotidianas. También se observa que este comportamiento no se puede atribuir a otro padecimiento o al efecto de una substancia. En el caso de los niños se añade que la o las situaciones no suceden exclusivamente frente a personas adultas.
Entonces, ¿cómo ayudamos a que nuestro niño supere las situaciones de fobia social?
– Permítele tratar gradualmente (poco a poco) de enfrentar la situación.
– Reacciona con alegría al mínimo progreso superando su temor.
– Negocia premios a cambio de intentos.
– No lo presiones. Que no te vea o escuche que estas decepcionado con él o ella.
– Muéstrale (modela) y ensaya con ellos previamente las situaciones que le causan dificultad.
– Paciencia. El cambio es lento, pero sucederá.
Las fobias sociales son muy comunes en la niñez y la adolescencia, y en la mayoría de los casos desaparecen con el pasar del tiempo. Te doy este dato para que calmes tu ansiedad y simplemente lo ayudes sin presionarlo.
Héctor Luis Coca Soto
Psicólogo Licenciado
Consultor en Adiestramiento y Manejo de la Conducta
Marginal Acuarela C-9 Guaynabo, PR 00969
787-430-9933 o 787-410-2894