Por: Javi Díaz
Gerente de Desarrollo, Cannalytics Bioscience Labs
Especial para Revista Crónicas
San Juan, 6 de julio de 2021 – Los científicos descubrieron receptores en el cerebro desde el año 1973, pero no fue hasta 1988 en un estudio financiado por el gobierno en la Facultad de Medicina de la Universidad de St. Louis que Allyn Howlett y William Devane determinaron que el cerebro de los mamíferos tiene sitios receptores que responden a los compuestos que se encuentran en cannabis. Estos receptores, llamados receptores cannabinoides, resultaron ser el tipo de receptor de neurotransmisores más abundante en el cerebro.
El gobierno de Estados Unidos asignó fondos para la investigación del cannabis con la esperanza de producir evidencia que respaldara las afirmaciones de sus efectos nocivos. En 1990, se anunció que un equipo dirigido por Lisa Matsuda en el Instituto Nacional de Salud Mental había mapeado la secuencia de ADN que codifica un receptor de cannabinoides en el cerebro.
En ese momento, también se identificó un segundo cannabinoide llamado CB2, que tiene presencia en todo el sistema inmunológico y el sistema nervioso. El descubrimiento de estos receptores resultó en el descubrimiento de neurotransmisores naturales llamados endocannabinoides.
En 1992, en la Universidad Hebrea de Jerusalén, el Dr. Lumir Hanus junto con el investigador estadounidense Dr. William Devane descubrieron el endocannabinoide anandamida. Más tarde, el mismo equipo descubrió varios endocannabinoides y receptores de proteínas que interactúan entre sí.
En la búsqueda de descubrir las vías metabólicas de los fitocannabinoides y endocannabinoides, los científicos encontraron un sistema de síntesis molecular desconocido dentro del cuerpo que está involucrado en la regulación de una amplia gama de funciones biológicas.
Este sistema se denominó sistema endocannabinoide y realiza múltiples tareas, pero el objetivo siempre es mantener un entorno estable a pesar de las fluctuaciones en el entorno externo. Es el sistema que crea la homeostasis dentro del cuerpo. Cuando se detecta un desequilibrio dentro de nuestro entorno interno, el cuerpo sintetiza endocannabinoides que interactúan con los receptores cannabinoides. Esto estimula una respuesta química que trabaja para devolver el proceso fisiológico a la homeostasis.
En algunos casos, existe una deficiencia en el sistema endocannabinoide. Esta condición se conoce como Deficiencia Clínica de Endocannabinoides. Las razones por las que ocurre varían desde que el cuerpo no sintetiza suficientes endocannabinoides hasta que no produce suficientes receptores de cannabinoides. Los fitocannabinoides contenidos en el cannabis se pueden utilizar para complementar esta deficiencia.
Al estimular y apoyar su sistema endocannabinoide, se puede encontrar alivio para una multitud de enfermedades y condiciones debilitantes.