Por Dr Augusto Pintor
Desde hace más de 3,000 años existe una relación simbiótica entre la planta del cannabis y el ser humano, y existen múltiples documentos y evidencia científica que demuestran los beneficios medicinales de los componentes del cannabis y cómo interactúan con los procesos fisiológicos de nuestro cuerpo.
No fue hasta la década de 1990 que se descubre y se describe el sistema fisiológico mas importante que tenemos, el Sistema Endocannabinoide, el cual se encarga de modular procesos inflamatorios y sensaciones de dolores agudos y crónicos, regula el estado de ánimo, el apetito, fortalece el sistema inmunológico y mejora la calidad del sueño.
Esto nos ayuda a mantener el balance interno necesario para que todos los sistemas de nuestro cuerpo trabajen en armonía.
La mayoría de las condiciones médicas son debido a procesos neurodegenerativos y/o autoinmunes. Esas son las condiciones crónicas más difíciles de tratar y en donde la medicina tradicional ha fallado en proveer un tratamiento seguro y eficaz.
El cannabis medicinal es un medicamento seguro pero complejo, y dosificar de manera correcta es un arte. Es importante destacar que no hay dosis estándar en cannabis y encontrar la correcta e ideal requiere de tiempo y esfuerzo tanto del médico como del paciente, probando con diferentes métodos de consumo, por ejemplo.
La medicina cannábica es un tratamiento holístico, donde tenemos que comenzar a visualizar al paciente como un todo y no fragmentarlo. Solo así trataremos al paciente con compasión y no los veremos sólo como un diagnóstico.
Tenemos la responsabilidad de seguir educando sobre este tratamiento alternativo y como funciona para así poder ofrecer una verdadera sanación y mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes.
El autor es especialista en medicina cannábica.