Según un estudio publicado recientemente en el Journal of American Medical Association, los adultos mayores son el grupo de consumidores de cannabis medicinal que más rápido crece. Tanto es así que del 2015 al 2018, su consumo en personas mayores de 65 años se disparó de 2.4% a 4.2%.
Como parte de este aumento que reseña la revista Cannabis, los estudiosos han observado cómo el consumo de cannabis se relaciona con la reducción de la hipertensión entre los pacientes de edad avanzada. Esta investigación, realizada por científicos de la Universidad de Ben-Gurion de Israel, asegura que tratar a un paciente con cannabis durante un periodo de tres meses reduce la presión arterial sistólica y diastólica, así como la frecuencia cardíaca.
“Para el ensayo, analizaron los efectos del cannabis en 26 pacientes ancianos con una edad media de 70 años durante un periodo de tres meses. Se pidió a los participantes que consumieran cannabis fumándolo o por vía oral, tras lo cual los investigadores tomaron nota de los resultados después de realizar varias pruebas, como un ECG, una monitorización ambulatoria de la presión arterial durante 24 horas, mediciones antropométricas y análisis de sangre. Descubrieron que las mayores mejoras que observaron fueron en las pruebas de presión arterial de 24 horas después de 90 días”, detalla el artículo.
Otro estudio, cuyos resultados se publicaron en septiembre de 2020, reveló que los adultos mayores que consumen cannabis a largo plazo para tratar el dolor crónico no mostraron ninguna diferencia en su rendimiento cognitivo.
“En esta muestra de individuos con dolor neuropático, no se encontraron diferencias significativas en el rendimiento cognitivo entre los pacientes con y sin licencia [de cannabis medicinal], y las pruebas de la falta de asociación fueron estables y moderadas. Además, no se detectaron asociaciones significativas de varios aspectos de los patrones de uso de MC, incluyendo la concentración de THC/CBD, la frecuencia y la duración del uso, la dosis y la duración de la abstinencia con el rendimiento cognitivo. Además, tanto los pacientes con licencia de MC como los que no la tienen tuvieron un rendimiento relativamente similar al de una población estandarizada sin dolor crónico”, asegura parte de la investigación.
Los datos publicados en el Journal of the American Geriatric Society revelaron que el 15% de las personas mayores admitieron haber consumido cannabis en los últimos tres años con fines terapéuticos.
“No es de extrañar que un porcentaje cada vez mayor de personas de la tercera edad considere el cannabis como una opción terapéutica viable en sus últimos años. Muchos ancianos luchan contra el dolor, la ansiedad, el sueño inquieto y otras condiciones que el cannabis puede ayudar a mitigar. Además, muchas personas mayores son muy conscientes de los efectos secundarios graves asociados a los medicamentos recetados disponibles, como los opioides o los somníferos, y perciben el cannabis medicinal como una alternativa práctica y potencialmente más segura”, comentó Paul Armetano, director adjunto de la National Organization for the Reform of Marijuana Laws (NORML), sobre las conclusiones del estudio.