Por Némesis Mora Pérez
Especial para Crónicas
San Juan, 1 de septiembre de 2021 – María Consuelo no conocía del cannabis hasta que llegó a sus 90 años. Tras ser diagnosticada con demencia a causa de la enfermedad del Alzheimer, su nieta, la Lcda. Alexandra M. Rodríguez Espinosa, le habló sobre los beneficios del cannabis medicinal y las alternativas de consumo que existían para entonces.
Debido a que la Ley 42 de 2017 recién se estrenaba en el país, las opciones para consumir la planta y las dosis disponibles eran demasiado fuertes para María Consuelo. Además, su nieta tampoco quería alterar demasiado su rutina al añadirle productos distintos a los de su dieta diaria.
A sabiendas de que el doctor de cabecera les explicó que cambiar la rutina a los pacientes de Alzheimer puede empeorar sus síntomas, Rodríguez Espinosa no esperó más, sacó las recetas favoritas de su abuela y comenzó a fusionarlas con cannabis para que tuviera variedad de comidas para el desayuno, el almuerzo, la cena y el postre.
“Lo que me motivó fue ese reto inicial de encontrar cómo cumplir con el tratamiento que le recomendó el doctor. Recomendó flor, pero mi abuela nunca había fumado en su vida y no entendía cómo vaporizar. Tratamos pastillas pero eran dosis muy altas. Lo mismo con las gotitas. Y ahí pensé en comestibles, pero a ella no le gustaban los dulces ni las galletitas que había disponibles en aquel entonces. Ahí fue que se me ocurrió infusionar los platos que ella comía todos los días, ya que ella estaba acostumbrada a consumirlos”, explicó a Crónicas la licenciada.
Como parte de ese proceso de amor y sanación entre una nieta y su abuela, nació “Hierba buena, el arte y la ciencia de cocinar con cannabis”, un libro con 40 recetas típicas que incluye información sobre advertencias de uso, modo de preparación, los elementos para infusionar el cannabis y cómo calcular la dosificación de la planta.
“Yo usaba las mismas recetas de mi abuela cuando hacía las infusiones para ella. Cuando hice mi investigación para el libro para tener variedad de ideas, me fui en una expedición de los libros de cocina viejos que tenían mis dos abuelas. Hasta encontré recetas de mi abuela María Consuelo originales dentro de los libros”, dijo Rodríguez Espinosa.
El libro también cuenta con variedad de recetas para desayuno, almuerzo, cena, postre y bebidas, y provee opciones para pacientes con restricciones dietéticas y ungüentos. Entre las recetas, se destacan el tradicional coquito navideño o Cannaquito, tembleque, sandwich de mezcla, bolitas de plátano o pana rellenas, mantecados, setas portobello a la caprese y guisos de garbanzo y chorizo.
“El libro está divido en dos partes. En la primera, se explica cómo funciona la infusión y cómo el paciente puede ajustar la infusión para que corresponda acorde con sus padecimientos y a lo que el médico le recomendó consumir, ya sean dosis altas o bajas. Y en la segunda parte están las recetas”, detalló la autora.
En cuanto a los cambios que ha experimentado la industria del cannabis en cuatro años, la licenciada mencionó la necesidad de las manufactureras puertorriqueñas de adaptar sus productos al paladar boricua.
“Yo estoy segura de que hoy día encontraría algo en los dispensarios que a mi abuela le hubiera funcionado. Sé que muchos manufactureros han tomado eso en cuenta. Por eso es que han ido añadiendo variedad de productos típicos puertorriqueños que se adaptan al paladar del boricua. Como las panetelas, los polvorones y los pilones”, añadió Rodríguez Espinosa.
Resaltó también que, sin embargo, los productos disponibles en los dispensarios no son adecuados para todos los pacientes. Según la abogada y experta en la industria del cannabis, muchas de las personas no pueden vaporizar o no les gustan los gummies. Además, dice, hay muchos pacientes con restricciones dietéticas, como las personas con diabetes, que no pueden comprar los comestibles disponibles por su alto contenido de azúcar o harinas refinadas.
“Hierba buena, El arte y la ciencia de cocinar con cannabis” está disponible en la librería Casa Norberto y la librería Laberinto. También puedes conseguirlo en varios dispensarios alrededor de la Isla y en internet en www.edicionesflamboyan.com/hierba-buena.
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