Por Javi Díaz
Gerente de Desarrollo, Cannalytics Bioscience Labs
La Ley Agrícola de 2018 legalizó el cultivo de cáñamo en Estados Unidos siempre que el material vegetal contenga menos del 0.3% del peso seco de tetrahidrocannabinol (THC). La ley federal establece ese límite estricto para que el cáñamo se considere legal.
Mediante nuestra propia investigación, la lectura de diferentes regulaciones estatales y la discusión con múltiples productores de cáñamo, hemos descubierto que el método de recolección de muestras, la técnica instrumental utilizada para analizarlas y la lectura de cannabinoides que se utiliza para determinar la legalidad varía en diferentes jurisdicciones.
Estas variables, junto con la variación entre laboratorios en la industria del análisis de cannabis, puede causar un dilema que enfrentarían los agricultores de cáñamo al tratar de cultivar legalmente.
Técnicamente, la marihuana y el cáñamo son la misma especie de planta, solo que la primera contiene mucho THC y la segunda muy poco.
En términos de química analítica, es importante aclarar que la precisión es una medida de la reproducibilidad y no es el valor real. En general, la precisión siempre se puede determinar analizando la misma muestra una y otra vez y comparando los resultados. La precisión no siempre está disponible a menos que exista un material de referencia estándar para un análisis que pueda proporcionar una respuesta verdadera legítima.
Todas las mediciones contienen errores que pueden incluir errores sistemático, errores aleatorios o ambos. La fuente del error sistemático se puede detectar y corregir. El error aleatorio siempre está presente ya que no podemos controlar todas las variables del universo al realizar una medición.
El muestreo representativo es otro tema de gran importancia que puede causar variabilidad en los cultivos de cáñamo. En pocas palabras, todo lo que se está tratando de analizar nunca será homogéneo.
Entonces, es importante recolectar una muestra representativa del todo, analizar múltiples alícuotas y promediar los resultados para obtener un panorama más representativo y preciso del material analizado. Dado que estos análisis son costosos y requieren mucho tiempo, la tendencia es analizar solo una o algunas muestras de un campo de cáñamo.
Con frecuencia, las mismas muestras enviadas a diferentes laboratorios de cannabis arrojan resultados diferentes. Los equipos de cromatografía se calibran utilizando soluciones de cannabinoides puros, y muchos laboratorios son capaces de producir curvas lineales de calibración para estas muestras.
Sin embargo, las muestras de cannabis y cáñamo se preparan mediante extracción para producir soluciones de cannabinoides. Existe una gran variación en el método de extracción de un laboratorio a otro lo que significa que diferentes laboratorios extraen diferentes cantidades de cannabinoides de la misma muestra, generando diferentes lecturas entre laboratorios.
Una forma de solucionar este problema es que todos los laboratorios adopten una técnica de extracción que garantice que se extraigan todos los cannabinoides de una muestra.
Hasta que nuestros funcionarios electos den un paso al frente, racionalicen y armonicen las regulaciones estatales y federales, y los científicos de la industria defiendan soluciones a estos problemas, los agricultores de cáñamo se enfrentarán a la incertidumbre sobre cómo y cuándo cosechar sus cultivos.