Por Némesis Mora Pérez
Revista Crónicas
La gobernadora Wanda Vázquez Garced nombró al doctor Jenaro Vélez y la psicóloga Mari Sánchez como nuevos miembros de confianza de la Junta Reglamentadora del Cannabis Medicinal del Departamento de Salud de Puerto Rico.
Por más de un año, los puestos de confianza que ocuparon la empresaria Ingrid Schmidt y el asesor financiero Harry Santiago permanecieron vacantes en la Junta, el organismo a cargo de regular la industria del cannabis en la Isla, y no fue hasta hace unas semanas que los sustituyeron.
Aun permanece vacante uno de los tres puestos de confianza que establece la Junta en base al Artículo 4 de la Ley Núm 42-2017, ya que el pasado 11 de septiembre la directora ejecutiva de la Oficina de Cannabis Medicinal, la licenciada Denise Maldonado, decidió prescindir de los servicios de Narely Cortés Irizarry como miembro de la Junta. Cortés Irizarry fue nombrada en dicho organismo para el año 2017.
La salida de Cortés deja sin una voz importante a los más de 100,000 pacientes de cannabis en la Isla debido a la falta de representación y protección de sus derechos ante la Junta y la Oficina de Cannabis Medicinal.
“La Junta Reglamentadora solicitó a la Oficina de la Gobernadora que se cubrieran los tres puestos de interés público. Se nos remitieron dos nombramientos de profesionales capacitados. Desconozco cuándo van a cubrir la vacante y quién va a ocupar dicho puesto, toda vez reitero que le corresponde a la Gobernadora la facultad de nombrar el/la persona”, explicó al respecto la licenciada Maldonado en declaraciones escritas.
Actualmente, la Ley Núm 42-2017 establece que la Junta debe estar compuesta por nueve integrantes, de los cuales seis son secretarios de agencias de gobierno: Departamento de Salud, Departamento de Agricultura, Departamento de Desarrollo Económico y Comercio, Departamento de Hacienda, Departamento de Asuntos del Consumidor y la Policía de Puerto Rico.
Asimismo, y según se desglosa en el reglamento de cannabis, las personas que formen parte de estos tres puestos de confianza deben gozar de una “reconocida integridad personal, moral y profesional”, además de tener experiencia en el campo de la medicina, desarrollo económico, la academia y la investigación científica.