Washington, 1 may (EFE) – El Gobierno de EE.UU. autorizó este viernes el uso del medicamento antiviral Remdesivir para tratar a los pacientes más graves con COVID-19, pese a que su propio fabricante, Gilead, ha advertido que aún no se ha probado que sea seguro y hay estudios que apuntan que su eficacia no está clara.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, fue el encargado de anunciar que el medicamento había recibido una “autorización de emergencia” por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, en inglés), la agencia gubernamental que se encarga de aprobar el uso de productos relacionados con la salud pública.
“Es un placer anunciar que Gilead tiene ahora una autorización de emergencia de la FDA para el Remdesivir. Y saben que eso ocurre porque ha sido lo más candente en los periódicos y en los medios de comunicación durante un tiempo. Es un tratamiento importante para los pacientes hospitalizados con coronavirus”, dijo Trump.
El mandatario consideró que el antiviral ofrece una “situación prometedora” y explicó que solo será usado para tratar a los pacientes hospitalizados con coronavirus que estén en estado grave.
Trump hizo esas declaraciones en presencia del director ejecutivo de Gilead, Daniel O’Day, quien se mostró complacido con la aprobación, y anunció que su compañía donará un millón de dosis para ayudar a las personas contagiadas con el virus.
Esta semana, Trump ya había expresado su deseo de que la FDA, que en teoría es una agencia independiente, acelerara el proceso de aprobación del medicamento, que se aplica por vía intravenosa.
En un comunicado, la FDA admitió este viernes que existe “información limitada” sobre la seguridad y eficacia del Remdesivir para tratar el coronavirus, pero explicó que ha autorizado su aplicación porque un reciente ensayo clínico mostró que el fármaco acorta el tiempo de recuperación en algunos pacientes.
En concreto, ese ensayo -realizado en los Institutos Nacionales de Salud (NIH, en inglés)- mostró que los pacientes hospitalizados con COVID-19 a los que se les administró Remdesivir (en total 1.063 enfermos) tuvieron una recuperación un 31 % más rápida, en concreto 11 días, que los que recibieron placebo, que tardaron en recuperarse una media de 15 días.
La autorización significa que, a partir de ahora, el antiviral podrá ser inyectado a los pacientes con COVID-19 que estén ingresados en hospitales en estado grave, lo que la FDA define como la necesidad de asistencia para respirar, por ejemplo, con un ventilador.
En otro comunicado este viernes, Gilead, con sede en Foster City (California), se mostró cauta y afirmó que la eficacia del Remdesivir todavía está siendo investigada.
Además, recordó que todavía se desconoce cuál debe ser la dosis y duración óptima del tratamiento, aunque de momento bajo la autorización de la FDA el antiviral se suministrará a los pacientes durante 5 o 10 días, dependiendo de su estado.
Gilead indicó que se dará prioridad a las zonas más afectadas, por lo que se espera que el medicamento llegue pronto a la ciudad de Nueva York, epicentro de la pandemia en EE.UU. con más de 313.00 casos y 23.800 muertes.
En todo el país, más de un millón de personas se han contagiado y más de 64.000 han fallecido, de acuerdo al recuento extraoficial de la Universidad de Johns Hopkins.