México, 3 mar (EFE) – Sembrar cáñamo beneficiaría la regeneración del medio ambiente al favorecer la limpieza de suelos contaminados, explicaron este lunes activistas a favor de la regulación de esta planta, que es de la misma familia que la marihuana.
Uno de los beneficios inmediatos de su cultivo sería la regeneración de suelos ya que el cáñamo regresa entre un 60% a 70% de los nutrientes que tomó de la tierra durante su crecimiento y desarrollo, explicó a Efe Jorge Treviño, cofundador de Be Hemp!
Además las raíces de esta planta contribuyen a eliminar los metales pesados de los suelos con lo que ayuda a su regeneración y descontaminación, explicó.
Los sembradíos de cáñamo son más eficientes que los árboles para transformar el dióxido de carbono en oxígeno ya que con una cuarta parte de una hectárea, el cáñamo hace lo que haría una hectárea completa de árboles.
Por ello, activistas en pro de la regulación del uso del cannabis para fines industriales, pidieron a los legisladores que se aprueben las regulaciones para que la industria del cáñamo pueda activarse en México.
Treviño enfatizó la importancia de diferenciar el cáñamo de la marihuana; “ambas son plantas de la familia de las cannabáceas y del género cannabis, pero una es psicoactiva y psicotrópica y la otra no”, dijo.
Explicó que para que la planta de cannabis sea considerada para el uso industrial debe tener menos del 0,3% de tetrahidrocannabinol (THC), su principal psicoactivo; contrario a lo que sucede con la marihuana que busca altos niveles de THC.
Agregó que el cáñamo tiene muchísimos usos y aplicaciones que no tendrían que ser reguladas sino ser aceptadas para obtener los beneficios.
En países como Estados Unidos y Canadá el uso industrial de la cannabis es completamente legal y si México logra hacerlo lo mismo, la industria en el país sería millonaria ya que a diferencia de otras latitudes el clima beneficiaría la producción de hasta 3 cosechas al año.
Consideró como una incongruencia en el sistema legal que en México se pueda importar legalmente productos procedentes de cáñamo pero no se pueden producir en el país.
Esto, agregó, porque no hay una regulación para la siembra y no es que esté prohibido, ya que no se necesita un permiso por parte del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) para sembrar el cáñamo.
El problema radica en que la autoridad judicial puede alegar que es marihuana y mientras se analiza el responsable del sembradío estaría con proceso legal en contra.
El uso industrial del cáñamo se puede aplicar en la elaboración de aceites, fibras textiles, material de bioconstrucción, biopláticos, cosméticos y productos de higiene personal, así como alimento rico en nutrientes y suplementos alimenticios.
Desde 2017 se avaló el uso medicinal de la cannabis; sin embargo la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) no ha llevado a cabo una regulación que facilite la comercialización e importación de productos derivados del cannabis, incluyendo su uso industrial.