Por Miguel Díaz Román
Especial para Crónicas
La siembra del cáñamo en Puerto Rico, que recientemente fue avalada por las autoridades federales, podría alcanzar la posición que una vez tuvo la caña en la agricultura local en términos de producción y de cuerdas de terreno dedicadas a su cultivo, lo que crearía las condiciones para una posible recuperación del agro puertorrqueño, según indicó el ex presidente de la Asociación de Agricultores (AA), Ramón González.
“Es una oportunidad para utilizar tierras en desuso. La siembra del cáñamo es una industria en nacimiento que podrían llegar a tener la posición que una vez tuvo la caña en nuestra agricultura. Está apenas comenzando pero lo que se perfila se ve muy bien”, dijo González.
El Departamento de Agricultura ya ha aprobado 72 licencias para el cultivo del cáñamo en la isla y la empresa Caribbean Hemp Farms, ubicada en el pueblo de Santa Isabel, dedicará 206 cuerdas de terreno a la siembra de cáñamo, una planta de la que se extrae aceite, fibra y otras sustancias que tienen múltiples usos industriales.
El secretario de Agricultura, Carlos Flores, sostuvo que una de las principales características de la planta es que ofrece una oportunidad a los agricultores para la diversificación de sus operaciones por los diversos usos industriales que tiene.
El secretario dijo que entre otros usos, el cáñamo es la materia prima para producir aceites, fibras, sustitutos de plástico, cremas para evitar las arrugas, paneles para controlar temperatura, papel, bloques de construcción y asientos para automóviles.
Flores aseguró que en la isla existen plantas de manufactura que utilizarán las materias primas que produzca la planta del cáñamo. Pero reveló que existe un gran interés por parte de inversionistas extranjeros en la siembra del cáñamo en la isla, especialmente porque las condiciones climatológicas del Caribe permiten hasta cuatro cosechas al año.
El secretario de Agricultura, quien ha trabajado directamente en la evaluación de la planta y su inserción como cultivo en el país, dijo que de manera preliminar se espera que para el 2022 existan en la isla 10,000 cuerdas sembradas de cáñamo.
“El cultivo del cáñamo será un legado que vamos a dejar a Puerto Rico con un cultivo que tiene un gran potencial de crecimiento para el mercado local y para la exportación. Tenemos solicitudes para establecer fincas de cáñamo en toda la isla por parte de empresarios locales y extranjeros. Tenemos previsto que para el 2022 hayan 10,000 cuerdas sembradas de cáñamo en la isla”, dijo Flores.
Una de las preocupaciones que persiguen la iniciativa de introducir la siembra del cáñamo en la isla, es su parecido con la planta de marihuana y la posibilidad de que los cultivos de cáñamo se utilicen para, de manera subrepticia, sembrar marihuana, que es una planta cuyo cultivo está prohibido por leyes locales y federales.
Incluso, existe la preocupación entre determinados sectores de la agricultura local, que figuras del narcotráfico invierten cuantiosas sumas de dinero en siembras de cáñamo con el fin real de sembrar y producir marihuana.
Aunque ambas plantas pertenecen a la familia conocida como cannabis sativa, son dos plantas diferentes y esa diferencia se fundamenta en la cantidad que contienen de tetrahidrocannabinol (THC), que es un componente psicoactivo, y el cannabidiol (CBD), que no es psicoactivo pero tiene múltiples usos industriales.
El THC abunda en la marihuana, mientras en el cáñamo se registran bajos niveles de THC y alta presencia de CDB, que es un aceite que se usa para productos alimenticios, para productos cosméticos y para uso médico.
Ante esa realidad, Flores sostuvo que el Departamento de Agricultura (DA) invirtió $400,000 para adquirir unos equipos que identificarán la presencia de THC en las siembras de cáñamo y cuyo nivel no puede superar el 3 % en cada planta.
Además, se contrató unos técnicos que están adscritos a la Oficina para el Licenciamiento e Inspección del Cáñamo del DA, quienes tendrán la encomienda de verificar los niveles de THC en las fincas de cáñamo.
“En las plantas de cáñamo puede subir el nivel de THC por mutaciones que ocurren de forma natural. Las plantas con niveles por encima del .03 % se descartaron”, dijo Flores. Los niveles normales de THC en las plantas de marihuana es de 20%.
El presidente de la AA, Héctor Cordero, indicó que el cáñamo es una industria emergente tanto en Estados Unidos como en Puerto Rico y en otras partes del mundo y “hay que darle tiempo para verificar la rentabilidad del producto”. No obstante, Cordero sostuvo que su principal preocupación con el cáñamo es que los agricultores, persiguiendo el alivio económico, descarten sembrar en sus tierras cultivos alimenticios para sustituirlos por el cáñamo.
“Mi preocupación es que dejen de sembrar cultivos alimenticios como el plátano y el guineo, para sembrar plantas de cáñamo, que no produce alimento. Y es que el fin de la agricultura es producir alimentos. Y aunque hay otros productos agrícolas que no son alimentos, como el algodón y la madera, me preocupa que se descarten cultivos alimenticios para sembrar cáñamo. Yo creo que para la siembra de cáñamo se deben utilizar las tierras en desuso y no las que actualmente están sembradas de cultivos para darle alimento a la gente”, dijo Cordero.
El presidente de la AA indicó que en la actualidad existen en la isla cerca de 250,000 cuerdas de terreno agrícola en desuso.
“Me preocupa que haya gente soñando con invertir $8,000 en una cuerda de cáñamo para obtener una ganancia de $25,000 por cuerda…. Yo entiendo que la siembra del cáñamo es una aventura que puede resultar productiva para el país. Pero hay que esperar… yo dudo que se den hasta cinco cultivos al año como dicen algunos”, dijo Cordero.
González señaló que aún no tiene pensado incursionar en la siembra de cáñamo y señaló que continuará con sus cultivos de plátanos y otros frutos en su finca en Salinas.