Washington, 4 dic (EFE) – La Cámara Baja de Estados Unidos aprobó este viernes una legislación que busca descriminalizar la marihuana a nivel nacional, en la primera votación de este tipo en el Congreso encaminada a legalizar el cannabis, que no tiene visos de prosperar en el Senado.
La propuesta fue respaldada en la Cámara Representantes, controlada por los demócratas, por 228 votos a favor y 164, en contra. Seis progresistas se opusieron a la iniciativa, mientras que cinco republicanos la respaldaron.
Aun así, es poco probable que esta medida tenga un largo alcance, ya que no se espera que el Senado, dominado por los conservadores, la apruebe.
La legislación aboga por que se elimine la marihuana de la lista federal de sustancias controladas, donde no se contempla el consumo de cannabis con fines médicos, además suprimir las condenas relacionadas con esta sustancia para quienes no comentan actos violentos.
La iniciativa es “una propuesta de sentido común que marcará una diferencia tangible y real en las vidas de millones de estadounidenses. Estoy orgulloso de que esta propuesta se centre en los ideales de justicia racial, económica y moral”, dijo en Twitter el presidente del Comité Judicial de la Cámara Baja, Jerry Nadler, quien presentó el borrador, antes de la votación.
La propuesta permitiría a los estados seguir estableciendo sus propias regulaciones sobre la venta y el acceso a la marihuana con fines terapéuticos, pero los individuos no podrían ser juzgados por delitos relacionados con esta droga por la vía federal, con lo que su legalidad quedaría en manos estatales.
El consumo de cannabis con fines recreativos es legal en 15 estados y en Washigton DC, mientras que en 34 estados es legal, con fines terapéuticos”.
El copresidente del Caucus del Congreso sobre el Cannabis, el demócrata Earl Blumenauer, que también patrocinó la propuesta, subrayó que la votación de este viernes “es lo correcto que hay que hacer”.
“Durante mucho tiempo la guerra contra las drogas ha tenido como objetivo a los jóvenes, especialmente a los negros, y rechazó el consejo de los expertos”.
El legislador por Oregón lleva trabajando desde la década de los 70 del siglo pasado para acabar con la prohibición del cannabis, ya que en su opinión ese veto nunca tuvo sentido y salió de la visión “cínica” del presidente Richard Nixon (1960-1974) sobre esta droga y otras.
Nixon declaró la guerra contra las drogas a comienzos de los 70 y buscó reducir su consumo y distribución a través de una estricta aplicación de la ley y con duras sentencias de cárcel.
El director de la División de Justicia de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, en inglés), Udi Ofer, dio la bienvenida a la medida en un comunicado y recordó que, pese a que “los estadounidenses apoyan abrumadoramente la legalización de la marihuana, todavía la policía continúa haciendo más de 500,000 arrestos al año por marihuana, involucrando innecesariamente a gente, desproporcionadamente a gente negra, en el sistema judicial”.
“Es 3,64 veces más probable que una persona negra sea arrestada por posesión de marihuana que una persona blanca, incluso cuando blancos y negros consumen marihuana en los mismos índices. Si quieren saber lo que es racismo sistémico miren la guerra contra las drogas”, indicó.