Por José E. Maldonado
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Luego de dos meses desde que inició sus labores como la nueva directora de la Oficina de Cannabis Medicinal (OCM) del Departamento de Salud, la licenciada Denise Maldonado Rosa, está en el proceso de conocer aspectos más técnicos y los miembros particulares de la industria, pero ya domina a cabalidad los aspectos procesales y de reglamentación que regulan la misma.
Maldonado, quien es abogada, contadora y posee un amplio conocimiento del derecho corporativo y los negocios, explicó que aunque no no tenía experiencia previa en la industria del cannabis medicinal, durante su incumbencia en la OCM está estableciendo un enfoque agresivo al cumplimiento de la reglamentación “para que continúe el crecimiento de esta nueva industria dentro de un ámbito regulado”.
Desde su llegada a la OCM, ha ido conociendo la industria y aprendiendo sobre los procesos de manufactura y los nuevos productos que siguen llegando al mercado.
En entrevista con Revista Crónicas, dijo que estará atenta a que no ocurra la incidencia de colusión para aumentar precios de las flores o productos de cannabis, y advirtió que las empresas que incurran en ese tipo de prácticas comerciales desleales serán referidas al Departamento de Justicia.
“El que intente confabular o hacer algún acto anticompetitivo, será referido al Departamento de Justicia”, sostuvo con firmeza la licenciada Maldonado, quien se desempeñó como directora de la Oficina Antimonopolio de Justicia antes de su nombramiento en la OCM.
La funcionaria señaló que ha recibido comentarios sobre la “alegada” escasez de la flor de cannabis en los dispensarios y comentó que una de las posibles causas es que las empresas con las licencias de cultivos todavía no están utilizando en su totalidad la capacidad de pies cuadrados aprobadas para esos menesteres. Existen 26 licencias de cultivos aprobadas por la OCM.
Otra posible causa es que los cultivos existentes no hayan establecido un patrón intenso de siembra y cosecha.
“Si tienen 10,000 pies cuadrados aprobados y solo utilizan 5,000 pies, están operando a la mitad de su capacidad. Otra causa es que no tienen una producción constante, que hacen tres o cuatro cultivos de flor al año. Si no siembran semanalmente, no tendrán la producción suficiente para suplir la demanda que existente en estos momentos. Estamos haciendo visitas de seguimiento a los cultivos para saber qué está ocurriendo”, dijo Maldonado.
La funcionaria se mostró abierta a recibir recomendaciones de enmiendas a la reglamentación vigente que aliente el cultivo de la flor como, por ejemplo, que se permita el cultivo de la flor a pequeña escala para que los dispensarios puedan satisfacer las necesidades de sus clientes.
“Estamos abiertos a realizar enmiendas al reglamento y estamos abiertos a recibir recomendaciones que serán evaluadas por la Junta”, indicó Maldonado.
Ante la posibilidad de que la escasez haya sido causada por los precios bajos que han propiciado determinadas empresas cuyos principales ingresos provienen de sus inversiones en la bolsa de valores y no de la venta al detal de productos, Maldonado reconoció que la estrategias competitivas en el mercado y de las empresas en su carácter particular “son más difíciles de regular”.
Incluso, ante la posibilidad de la llegada al mercado local de cadenas norteamericanas, la funcionaria exhortó a que los miembros de la industria notifiquen a la OCM sobre aquellas empresas de cannabis que no cumplen con el requisito de que al menos el 51 % de su capital sea de origen local.
“Nosotros estamos verificando en las cuentas de banco y a través de las planillas que se registran en el Departamento de Hacienda. Si llega una cadena de afuera no puede hacerlo sin que el 51% de capital sea de origen local”, reafirmó Maldonado.
Un aspecto importante de cómo la industria del cannabis medicinal se ha ido desarrollando en el país es el notable crecimiento de licencias para pacientes en las zonas rurales del país, lo cual contrasta con la reciente tendencia de establecer dispensarios casi exclusivamente en la zona metropolitana. En la isla existen 88 licencias de dispensarios aprobadas por la OCM.
La OCM ha aprobado 25 licencias de manufactura; tres licencias para laboratorios; dos licencias para la investigación en cannabis; 14 para transportación de productos; 10 para procesos de adiestramiento y 3,800 licencias ocupacionales, que incluyen trabajadores y personal que ofrece servicios a la industria del cannabis medicinal.
“Ha habido un crecimiento exponencial de licencias para pacientes en las zonas rurales, lo que crea un nicho de oportunidad para esta industria”, dijo Maldonado.
La funcionaria aceptó que los 14 empleados con los que cuenta la OCM no son suficientes para la amplitud de responsabilidades que le impone el reglamento, pero dijo que la mecanización de procesos para la concesión de certificaciones de pacientes, que han permitido reducir de tres meses a 32 horas la aprobación de una licencia, le permitirá dedicar más tiempo y personal a las tareas de fiscalización y propiciar que los pacientes adquieran “un producto de calidad”.
Sobre este ángulo abundó que continúa abierta la convocatoria para la aprobación de nuevas de licencias de cultivos.
Al igual que la Directora de ATM, que al ser nombrada reconoció su falta de conocimiento sobre lo que conlleva el transporte marítimo, la Lic Maldonado no tiene una sola certificación de Cannabis Medicinal del Depto de Salud. ¿Cómo va a velar por el bien de los pacientes si desconoce los beneficios del Cannabis Medicinal? Una cosa es la reglamentación y otra muy diferente son las necesidades de los pacientes.